Glamorama
María Luisa Cordero en el late Síganme Los Buenos, la semana pasada. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / VIVE

Doctora Cordero: «¿Han ayudado alguna vez a alguna mujer violentada?»

Autor: A. Cantuarias / 17 julio, 2017

María Luisa Cordero tuvo su desahogo televisivo luego de que la despidieran de Chilevisión por sus dichos sobre Valentina Henríquez, la joven de 23 años que denunció a su ex pareja, el cantante de Los Tetas Tea Time, por repetidas agresiones físicas y sicológicas –CONOZCA AQUI TODOS LOS DETALLES DEL CASO-.

“Es una relación torcida sadomasoquista. Ella se calienta cuando le pegan», fueron parte de las palabras de la siquiatra en el programa Sentido Común, de radio El Conquistador –MIRE ACA LOS TODOS LOS CUESTIONADOS DICHOS DE LA SIQUIATRA-.

Tras su desvinculación del canal privado, la semana pasada la doctora realizó sus descargos en el late Síganme Los Buenos –VEA ACA EL VIDEO-, que conduce Julio César Rodríguez en la señal VIVE -canal 47 de VTR-. Estas fueron parte de sus palabras:

Julio César Rodríguez: “Solo por poner algunos casos, porque hay miles. Ahora hay una cierta tendencia y forma que tenemos para enfrentar el tema de género, donde hay un consenso en el respeto a la mujer, en el no tolerar violencia, en no tolerar abusos, en ser determinantes en cuanto a nuestros juicios con respecto a la violencia en contra de la mujer.

«Y cuando vamos todos para allá, los medios y estamos todos los comunicadores, y esta es mi tesis, viene la doctora Cordero, que es contrera, y dice ‘oye, ¿por qué van todos como borregos para allá?’. Disculpenmé, pero en las relaciones de pareja hay dos y, por mi experiencia, hay una serie de factores que gatillan la violencia intrafamiliar. Están estas que usted vivió en esa unidad, hay otras que tienen que ver con la con la violencia que también muchas mujeres ejercen sobre los hombres.

«Conozco casos, he visto casos de amigos míos donde las mujeres ejercen mucha violencia sicológica sobre los hombres. He visto casos donde las mujeres han golpeado a los hombres. Pero eso no está en el circuito, eso no está en la línea. Entonces, viene la doctora Cordero y cuenta esta historia, cuenta esta cuestión de las relaciones sadomasoquista. En el fondo, le pone pelo a la sopa”

María Luisa Cordero: “¿Por qué no cambia la palabra pelos y le pone conocimiento desde su experiencia? Porque yo no soy una aparecida en el tema. Lo mismo que pasó con la tuberculosis y los haitianos. Me fueron a hacer una cuestión a Chilevisión, no se dieron ni cuenta a lo mejor, porque yo dije que había llegado de vuelta la tuberculosis a Chile y bla, bla…

«Entonces ¿yo no puedo hablar como médico porque trabajo en la tele? ¡Por eso me están censurando! ¿O tengo que ser como el doctor Soto? (Se pone a cantar) ‘Juguemos en el bosque / mientras el lobo no está’”

Rodríguez: “Lo que quiero decir es que usted va contra corriente, lo que le trae muchos beneficios, mucha gente que la admira, que concuerda con usted, y le trae muchos problemas también”

Cordero: “Paremos ahí. Las cosas no son lo que parecen. Yo también me he investigado, me he hecho una introspección sobre este tema. Hay un tinte muy altruista en mí. Yo tengo rasgos fanáticos, los tengo, yo también me he analizado.

«Tengo una cierta rigidez intelectual, una cierta categoridicidad que vienen de mis lecturas, de mi conocimiento, de mis propias deducciones, de contactarme con temas que, en general, la gente no se contacta, o no amplía su mente, no amplía su campo de pensamiento de acción.

«Hay un tinte altruista porque, en el fondo, no es que yo sea machista, tengo dos hijos hombres, pero había una cierta conmiseración con el Tea Time. Le están dando en el suelo, lo echaron de la banda. Entonces, cuando yo dije que esta era una relación sadomasoquista donde, parece que a ella ta, ta ta. Para no repetirlo, para que no te quiten auspiciadores. Dejémoslo ahí. Me incomoda la denominación ‘contreras'»

Rodríguez: “Ya, pero eso es ser contreras. Lo que usted está diciendo, yo no le pongo carga valórica a lo que usted está diciendo”

Cordero: “¿Así que ser contreras es no estar con la masa?”

Rodríguez: “Bueno, eso es ser contreras en este país, ir contra la corriente. Yo no le estoy poniendo que sea bueno o que sea malo, estoy describiendo el hecho nomás. Yo navego en su cabeza, trato de meterme ahí, con respeto. Y digo ‘¿por qué la doctora no hizo la tesis del tipo malo, el tipo a lo mejor drogado, el tipo que a lo mejor es violento desde chico, que a lo mejor vivió violencia intrafamiliar?’.

Cordero: “¿Sabes por qué no? Porque ella llevaba dos años con él. Todas las mujeres con las que yo habló, en mi profesión, en la peluquería, en un avión, ¡todas!. La gente que me ha llamado, son categóricas: ‘A mí me levantan la mano y es la última vez que me ven’”

Rodríguez: “Lógico, pero no todas funcionan igual”

Cordero: “Pero la gran masa femenina que tiene autonomía económica. Yo también conté la historia de mi paciente que el marido le pegó un martillazo y la dejó epiléptica postraumática. Y tuve yo que tramitarle ¡yo! La oscura y fría doctora Cordero, antifeminista y misógina, yo le trámite un departamento en el Serviu en plena dictadura. Que encontré almas buenas que me ayudaron, porque la señora me dijo llorando, cuando la íbamos a dar de alta, ‘doctora, yo tengo que volver a vivir con él porque no tengo donde caerme muerta’.

«La violencia contra la mujer en la gran mayoría está asociada a la dependencia económica. ¡Nadie lo dice! Pero detrás del germen, que haya mujeres que se tiene que comer el buey, comerse los chopazos y las humillaciones y qué se yo. Porque son precarios, porque no tienen familia, porque son solitarias, porque las redes sociales, las verdaderas, las que hacemos salud mental, no existen en Chile.

«Llegada la hora la gallá tiene que esperar siete horas para que le vean la gripe, porque el Estado protector de Chile no existe. Yo he hecho esas cosas. Tenía muchas pacientes violentadas, a las que ayudé a encontrar pega. Yo no tenía la solvencia económica que tengo ahora, después de vieja, pero trataba dentro de mis medios. Entonces todas estas que discursean, yo les pregunto: ¿Han ayudado alguna vez a alguna mujer violentada? ¿Han ayudado alguna vez, concretamente, como la historia que acabo de contar?».