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Millaray recordó a su padre Gervasio. IMAGENES: INSTAGRAM

El potente texto de Millaray Viera contra la xenofobia recordando a su padre Gervasio

Autor: C. Z. / 3 agosto, 2017

El recuerdo de Gervasio siempre está presente en Millaray Viera. La hija del fallecido cantante uruguayo, muerto hace 26 años –en un caso que todavía no se esclarece totalmente–, utilizó su Instagram millarayviera para alzar la voz ante la xenofobia que se ha instalado debido a la gran llegada de inmigrantes a Chile, especialmente haitianos, en los últimos años.

La hija de Mónica Aguirre utilizó de ejemplo a Gervasio para publicar un largo mensaje donde apunta al “nacionalismo absurdo, la ignorancia, la intolerancia, el odio, el racismo y la xenofobia” que se ha instalado, según ella, en la sociedad chilena por la llegada al país de extranjeros en busca de oportunidades.

El texto, acompañado por una icónica imagen de Gervasio cantando con su guitarra, suma más de 5 mil “me gusta” y casi 500 comentarios de sus seguidores debatiendo por la opinión de Millaray. Este es el mensaje completo:

Millaray Viera: “Hola, soy Milla y soy hija de un inmigrante, sí, de un INMIGRANTE y no de uno de esos con doctorados elegantes, de uno pobre como no puedes llegar a imaginar, uno que no terminó el colegio siquiera, uno que llegó aquí buscando hacer lo que amaba, pero también derrotar la pobreza en la que vivía.

“Claro, él nació blanco, carismático, las mujeres lo encontraban guapo y gustaban de su acento, nadie imaginaba del infierno que escapaba, hasta que ya siendo una celebridad pudo contarlo. Por años fue un extranjero (si, se le catalogaba como extranjero y no como inmigrante), nadie jamás lo culpó de quitarle trabajo al esforzado músico chileno, más bien le pedían autógrafos, lo abrazaban y aplaudían. Hasta hoy lo tocan en espacios de música chilena, hasta el día de hoy me paran en la calle para tocar un pedazo de él…

“Verdaderamente no entiendo qué nos pasó en el camino, hace algún tiempo, cuando volví de vivir en el extranjero por 6 años, me pareció tan lindo que Chile se estuviera haciendo «cosmopolita» o «diverso» o eso pensaba yo. Junto con todos estos bellos colores y nuevos sabores, llegó la insensatez, el nacionalismo absurdo, la ignorancia, la intolerancia, el odio, el racismo y la xenofobia…

“Y me avergüenzo compatriotas, me avergüenzo como hija de inmigrante, como la inmigrante que he sido, me avergüenzo y quisiera esconder la cara al ver a un amigo haitiano o colombiano, pero prefiero pedir perdón, prefiero abrazar, acoger y hacer un llamado, desde esta pequeña plataforma, a todos los avergonzados, a unirnos por ellos, es hora de actuar!

“Aquellos que las encuestas indican como nuestros próximos gobernantes, están propiciando este clima de odio y avivando la cueca de los ignorantes, mismos que están haciendo aún más difícil la vida de quienes llegaron aquí buscando una salida, dejando a sus familias atrás. No se deje engañar, infórmese, deje el prejuicio, no caiga en la trampa del fascismo populista.

“Defendamos a nuestros hermanos inmigrantes del odio, este país lo hacemos entre todos, hagámosles saber cuán valiosos son, cuánta importancia tienen, cuán bienvenidos serán siempre…”

Hola, soy Milla y soy hija de un inmigrante, sí, de un INMIGRANTE y no de uno de esos con doctorados elegantes, de uno pobre como no puedes llegar a imaginar, uno que no terminó el colegio siquiera, uno que llegó aquí buscando hacer lo que amaba, pero también derrotar la pobreza en la que vivía. Claro, él nació blanco, carismático, las mujeres lo encontraban guapo y gustaban de su acento, nadie imaginaba del infierno que escapaba, hasta que ya siendo una celebridad pudo contarlo. Por años fue un extranjero (si, se le catalogaba como extranjero y no como inmigrante), nadie jamás lo culpó de quitarle trabajo al esforzado músico chileno, más bien le pedían autógrafos, lo abrazaban y aplaudían. Hasta hoy lo tocan en espacios de música chilena, hasta el día de hoy me paran en la calle para tocar un pedazo de él… Verdaderamente no entiendo qué nos pasó en el camino, hace algún tiempo, cuando volví de vivir en el extranjero por 6 años, me pareció tan lindo que Chile se estuviera haciendo «cosmopolita» o «diverso» o eso pensaba yo. Junto con todos estos bellos colores y nuevos sabores, llegó la insensatez, el nacionalismo absurdo, la ignorancia, la intolerancia, el odio, el racismo y la xenofobia… Y me avergüenzo compatriotas, me avergüenzo como hija de inmigrante, como la inmigrante que he sido, me avergüenzo y quisiera esconder la cara al ver a un amigo haitiano o colombiano, pero prefiero pedir perdón, prefiero abrazar, acoger y hacer un llamado, desde esta pequeña plataforma, a todos los avergonzados, a unirnos por ellos, es hora de actuar! Aquellos que las encuestas indican como nuestros próximos gobernantes, están propiciando este clima de odio y avivando la cueca de los ignorantes, mismos que están haciendo aún más difícil la vida de quienes llegaron aquí buscando una salida, dejando a sus familias atrás. No se deje engañar, infórmese, deje el prejuicio, no caiga en la trampa del fascismo populista. Defendamos a nuestros hermanos inmigrantes del odio, este país lo hacemos entre todos, hagámosles saber cuán valiosos son, cuánta importancia tienen, cuán bienvenidos serán siempre…

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