Glamorama
Sol Leyton presenta Adiós Haití. FOTO: CEDIDA.

El nuevo programa que muestra la cruda realidad de Haití

Autor: Andrés Cantuarias / 8 enero, 2018

La periodista Sol Leyton experimentó dos realidades radicalmente diferentes. A comienzos del segundo semestre de 2017, viajó a Haití, donde convivió con el lado más crudo de uno de los países más pobres del mundo. Entendió de qué se trata la realidad de una comunidad que es cada vez más grande en nuestro país.

«Mi objetivo es lograr la humanidad en los programas que hacemos. Lograr conmover un poco, llegar al corazón de la gente para que en el fondo te genere conciencia», explicó Sol a Glamorama, quien estuvo un mes en el país caribeño.

Pero su viaje no terminó ahí. Luego de eso fue a conocer una realidad completamente diferente. Se trata de Islandia.

«Islandia es un país que pareciese que fuera mucho más fácil también. Pero no lo creas, porque es una naturaleza donde estás solo en la mitad de la nada», reflexionó Leyton.

¿Cómo se crearon dos proyectos tan diferentes?

Sol Leyton: “Por eso mismo, por lo distinto que son decidí hacerlo para demostrar que realidades muy distintas que sean, por oportunidades muy distintas en el mundo que de repente te toque conocer o vivir, tienen enseñanzas, que hay puntos en los que se encuentran”

“¿Cómo nació esa idea?”

“Haití por ejemplo nace de la calle. Caminar y verme yo misma, cuánto sé, qué conozco. Quiénes son. Por qué están aquí. Dije ¡qué poco sé!’ y si yo sé tan poco, la mitad de los chilenos con lo que estamos conviviendo, sabe un poco también. Entonces creo que había que ir a buscar esa respuesta.

«Desde ese punto tan simple, como para poder traer en el fondo una realidad y una contingencia que estamos viviendo como país también. Nosotros hoy día estamos viviendo con la comunidad haitiana. Son nuestros hermanos, entonces creo que era importante también saber y opinar y conocer y hablar sin prejuicios y sin ignorancia, si no desde el conocimiento y la realidad”

¿Cuál es el impacto que crees que podría generar el programa?

«Siempre mi objetivo es lograr la humanidad en los programas que hacemos. Lograr conmover un poco, llegar al corazón de la gente para que en el fondo te genere conciencia, pensamientos, te cuestiones cosas. Yo creo que Haiti no va hacer ser mejores personas. Al ver una realidad así, nos va hacer valorar más nuestro entorno. El amor con el que nacemos, el mundo en el que nacemos. El amor en el que vivimos rodeados.

«Nos va hacer cuestionarnos muchas cosas de cómo estamos enfrentando nuestro día diaria. Islandia también es un  país que nos va a hacer cuestionarnos lo importante que es volver todavía a lo simple y a la vida espiritual y sobre todo al respeto a la naturaleza y la madre tierra, que es ella la que manda el mundo y nosotros».

En lo personal, ¿cómo sentiste estos contrastes?

«Es súper fuerte. Piensa que yo me fui de Haití a Islandia, ese dolor tal vez que encontraste en la gente, lo sanó un poco la naturaleza que viste allá. Yo trato de enfrentarme a la realidad y al país por las circunstancias que sean de la misma manera, tratar de desprenderme de todos los prejuicios, habiendo estudiado mucho con el corazón muy abierto y la cabeza muy despierta para sacar lo mejor de cada lugar.

«Claramente Islandia es un país que pareciese que fuera mucho más fácil también. Pero no lo creas porque es una naturaleza donde estás solo en la mitad de la nada. Entonces es un viaje que también, si bien es sanador, es lindo, también es difícil. Son contrastes muy distintos, pero que lo enfrentas de la misma manera. Sin prejuicios, sin mirar realidades. Sin tampoco llevar lo mío».

En el viaje de Haití, ¿qué fue lo que más te marcó? ¿Algún episodio?

«Todo la verdad. En Haití te marca todo, para bien y para mal también, pero lo que más me traigo es la gente, el corazón de la gente y como nos recibió. Gente que de verdad no tiene nada, nos dio todo. Y te comparten todo, y te abren en el fondo su realidad, su vida, te conversan, te cuentan una humildad y una libertad también que ojalá nosotros tuviésemos. Creo que lo que más me traigo es ese pueblo lindo, esa gente con una capacidad de resilencia, con una alegría que no pierde”.