El peor momento de Raquel Argandoña
Fue en 2003. Hace 14 años. Entonces Raquel Arandoña, en medio de una escandalosa y dañina separación del abogado Hernán Calderón -con quien nunca se casó-, perdió la tuició de sus dos adorados hijos. Kel tenía 12 años y Hernancito seis.
Era una gran pena ver a la actual panelista del matinal de Canal 13 desesperada e impotente, tratando de entregarle los regalos de Navidad a sus niños, casi en la puerta del hogar donde vivían con Calderón, sin poder conseguirlo.
Ese fue el peor momento en los 60 años de la ex Miss Chile. Así lo confesó ayer en Bienvenidos:
Raquel Argandoña: “Yo creo que el dolor más grande, y lo tengo que decir, es cuando a una mujer le quitan a sus hijos.”
Mártín Cárcamo: “Eso debe ser tremendo”
Argandoña: “Sin haber motivos, solo porque en ese tiempo (Hernán Calderón) decía que mi entorno era promiscuo, porque mi entorno eran mis amigos gays. Entonces yo decía ‘qué hago, qué hago’.
«Ese es el dolor más grande que una mujer puede sentir. Todo lo demás, sí, son momento fuertes, pero todo lo superas. Yo creo que el dolor más grande de una persona, de una madre sobre todo, es cuando te quitan injustamente a tus hijos”
Polo Ramírez: “¿Y eso te pasó en un tiempo largo?”
Argandoña: “Sí, yo estuve heavy”
Cárcamo: “¿Cuántos años Raquel?”
Argandoña: “Yo debo haber estado mal, mal, mal, cuatro años. Fíjate que a mí me vino ahora, cuando Pato hablaba de la depresión. Tú no te das cuenta cuando tienes depresión, porque yo soy una mujer súper tirá para arriba. Yo veo amigas y les digo ‘sabes que son momentos. Las experiencias hay que vivirlas hay que tirar para arriba’. Pero fíjate que un momento yo lloraba todo el día, no quería comer, no quería salir, no contestaba el teléfono.
“Un día yo fui al Paseo Ahumada, me acuerdo perfecto, fui a una notaría, entré a una fuente de soda a tomarme una bebida y entra una mujer con su hija. La hija era un zombie.
«Le digo ‘perdón, ¿qué le pasa? ¿La puedo ayudar?’. ‘No. Mi hija tiene una depresión severa’. Yo dije ‘esto no puede ser para mí’. Ese fue el punto, yo digo ‘esto me lo mando Dios’. Porque, o si no, para mi era normal el estado en el que estaba. Yo dije ‘aquí yo tengo que tirar para arriba’”
Tonka Tomicic: “¿Cómo tiraste para arriba?
Argandoña: «Tiré para arriba porque el dormitorio de mis hijos estaba tal cual. Entonces, cada vez que yo pasaba, lloraba. Porque eso es lo que deben pasar las señoras cuando se le van los hijos”
Ramírez: “¿Qué edad tenían los niños?”
Argandoña: “Uno tenía cinco cuando me lo quitaron, y la chica tenía seis años más. Entonces, la chica era más personalidad fuerte. Acuérdate que yo siempre le decía ‘tú tienes que tener personalidad fuerte porque eres hija de madre soltera’. En ese tiempo, acuérdate, ser madre soltera…”
Cárcamo: “¿Tú los podías ver cada cuánto? Para tener una idea. ¿Cómo era?”
Argandoña: “Ahora lo voy a decir. Me voy a pelear con Hernán, estamos tan re bien, pero… Lo que pasa es que era fin de semana por medio. Pero generalmente, al principio, cuando está la cosa en crisis, y usted lo sabe señora, una de las partes no cumple. Te dice el abogado ‘vaya a la comisaria’. Entonces, los mismos Carabineros me decían ‘Señora Raquel, no pierda el tiempo. Espere. Espere a que él se los traiga voluntariamente’.
«Entonces yo veía la pieza de mi hijo. Me acostaba, sentía el olor, la foto y eso era nefasto. Hasta que un día, después de ver a esta chica con depresión, dije basta. Llamé a mi hija y dije se vende todo lo de mi hijo. Las camas, todo. ‘Y aquí hacemos una sala de estar donde reciba a mis amigas, donde pueda ver tele’. Y así fue.
“Fue una etapa que yo pasé. Por eso, todo lo que te pasa, yo digo experiencia. Pero vivir eso es lo peor que te puede pasar en la vida. Lo peor” –MIRE AQUI EL VIDEO. MINUTO 35–
