Glamorama
Maria José Quintanilla actualmente es panelista de Mucho. Gusto. FOTO: INSTAGRAM.

María José Quintanilla reveló duro episodio televisivo que vivió a los 12 años

Autor: Andrés Cantuarias / 1 marzo, 2018

María José Quintanilla se hizo famosa por participar en Rojo cuando tenía tan solo doce años. Perteneció a una generación de cantantes y bailarines que aún son parte de la televisión chilena.

Ahora, con 28 años, es panelista del matinal de Mega. Fue ahí donde este jueves recordó los inicios de su carrera cuando era solo una niña, antes sacar sus discos y ganar premios musicales.

La experiencia en el concurso de talentos no fue fácil para ninguno de los concursantes, y tampoco para Quintanilla. “Vaya jugar con muñecas, no siga cantando”, fue uno de los consejos que le dieron en pantalla. Ese episodio que la marcó hasta el día de hoy.

Según relató en Mucho Gusto, contuvo el llanto desde que salió del set de TVN, hasta que llegó a su casa. Recalcó la fortaleza que le entregó su madre para afrontar la incómoda situación. Esto fue lo que dijo:

María José Quintanilla: “A mí, a los doce años me dijeron, ‘usted vaya a jugar con muñecas, no siga cantando’. Me lo dijeron en la tele. Fue mucha gente. Tenía dos opciones, como ponerme a llorar en cámara, que no lo hice, porque estoy también criada de ser orgullosa y salir adelante. Pero yo recuerdo que llegué a mi casa y me puse a llorar.

“Mi mamá me preguntó qué era lo que me dolía, y por eso quiero llegar a esto. Mi mamá me preguntó ‘¿por qué te dolió tanto? ¿En realidad quieres jugar a las muñecas y dejar esto?’. ‘¡No!, a mí me duele porque me estoy esforzando, y finalmente no me están tomando en serio’. ‘Pero hagamos una cosa’, me dijo mi mamá. ‘Trabájalo de a poco, trabaja tu voz, anda a tus clases, tómatelo en serio, que vean de a poco tu progreso si es que a ti te gusta’. Y mi mamá empezó a trabajar con mi cabeza un poquito.

“Yo era mucho chica, doce años, chiquitita. Me acuerdo que llegó un minuto en que mi mamá me dijo ‘y cuando tú estés segura y tranquila, y pregúntale tranquilita, si quieres yo te puedo acompañar, si es que tú quieres’.

“Llegó un momento, en que mi mamá me dio tanta fortaleza que yo la tomé y le dije ‘¿me acompañai a hablar?’. Y claro hoy agradezco muchísimo, porque me pico tanto que me haya dicho eso y me dolió tanto que yo me esforcé el triple. Pero en ese momento yo no lo entendí. Fue mi mamá que de a poquito me calmó, me bajó primero.

“Lo otro importante es que no hay que reaccionar de inmediato, porque uno reacciona de inmediato de lo caliente y no de lo racional”.