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Millaray Viera fotografiada por Eduardo Angel para Glamorama en junio de 2018.

El llamado de alerta de Millaray Viera: «Nos están matando. Nos están violando»

Autor: Equipo Glamorama / 22 junio, 2018

Millaray Viera entra al edificio de Copesa en Apoquindo de pollera amarilla y top blanco y lo primero que llama la atención es que sobrepasa en altura a todos los que saluda en una oficina donde solo pide agua mineral. Pero hay bastante más.

La nueva figura de Mucho Gusto y madre de dos niñas, mantiene esa misma mirada y encanto que conquistó a todos los televidentes que la vieron cantar emocionada hasta las lágrimas Con Una Pala y Un Sombrero, en un dúo tecnológico con Gervasio, su padre, en la Teletón del año 2000.

Hoy Millaray está transformada en una mujer que contagia su alegría y calidez y tiene una visión sobre las sociedad y luchas femeninas, lo cual dejó claro en esta entrevista realizada esta semana en el programa GlamoramaTV MIRE AQUI EL VIDEO-, animado por Eugenia Lemos y César Barrera Fuenzalida.

«Ha sido súper lindo y súper intenso», comentó sobre su debut matinal en el canal de Vicuña Mackenna y el rol de su novio y padre de su hija Celeste -de un año y dos meses-, el diputado Marcelo Díaz, con quien se casa en marzo tras seis años de relación:

Millaray Viera: “Hay relaciones que cambian (al ser padres). O te unes o te separas. Y dicen que uno termina de conocer a los hombres cuando los conoce como papás. En el caso de Marcelo, ha sido una sorpresa hermosa, porque uno no sabe con qué se va a encontrar. Una intuye: ‘Este es un buen hombre, puede llegar a ser buen padre’, y en la práctica es otra cosa.

«Además, el machismo es algo que está súper arraigado. Uno piensa ‘pucha, no se le va a ocurrir, voy a tener que estar yo atrás de todas las cosas’. Como les pasa a todas las mujeres que tienen hombres que no son malos, pero a veces no les funciona ese chip . Pero Marcelo ha sido hermoso».

Hablaste del machismo. ¿Qué te parece lo que está pasando con el movimiento feminista en Chile?

“Ya era hora. Me parece maravilloso y hay que apoyarlo con todo, nadie tiene que restarse. Hay que ser bien majadero y aclarar la definición de feminismo, porque todavía veo cierta ignorancia.

«En ningún caso el feminismo busca la superioridad de un género por sobre otro. Lo que se busca es igualdad. ¿Y quién no quiere la igualdad de género? Dime tú.

«Ya era hora de que pasara. Me alegra muchísimo por las generaciones que vienen y por mi hija Julieta, que es la feminista number one. A veces llega con historias y me dice ‘mamá, un compañero no me deja jugar fútbol. Y yo le dije que era muy machista de su parte’. Tiene 9 años. Es una niña evolucionada y muy sensible, muy inteligente. Yo la admiro muchísimo”.

Antes el machismo ni siquiera se cuestionaba. ¿Ella te pregunta o es natural de ella defenderse?

“Cuando yo era niña, ese tipo de situaciones también me hacían ruido. Lo que pasa es que no podía identificarlo como machismo, porque no hablábamos de machismo como tal. Pero sí sentíamos que eran injustas ciertas cosas respecto a las niñas. La Juli sí sabe lo que es el machismo. Hemos hablado de eso.

«Me parece súper sano poder identificarlo. Y ojalá que las mamás que tienen hijos hombres también puedan enseñarles acerca de eso. Y que no se asusten respecto del feminismo, porque el feminismo no es peligroso. No representa un riesgo para nadie. El feminismo lo que busca es igualdad de género, acabar con la violencia de género.

«Todo es injusto para nosotras. Nos pagan menos, pagamos más. Y nos violentan. Perdona que lo diga así, tan crudamente, pero nos están matando, nos están violando. Eso está pasando y no hay que hacernos los tontos”.

¿Cómo te mantienes en forma?

“Una cosa es ser más o menos flaquita, tampoco soy demasiado flaca. Pero estar durita, que no se te caigan las cosas cuando uno se embaraza, es completamente distinto. Ninguna de mis dos hijas pasó en vano por mi cuerpo, ni por mi cara. Porque los hijos, y esto es una verdad que nadie te cuenta, chupan vida… (ríe) Chupan juventud, sacan arrugas.

«Eso a mí también me pasa y trato de decirlo abiertamente. No quiero jugar a ser una mujer perfecta. Tengo harta celulitis, muchas estrías y soy una persona común y corriente como cualquier mamá, solo que soy muy alta, entonces eso juega a mi favor”.

¿La televisión te exige en el aspecto físico?

«Sí. Nadie te lo dice abiertamente, pero no es que la televisión te lo exija, es un medio que sí te hace sentir esa presión. Es cosa de ver a las grandes figuras, mujeres sobre todo. Yo no sé qué mujer con una talla más grande tiene una gran relevancia en la tele. Eso da para cuestionarse hartas cosas. No perdona tallas más grandes, no perdona la edad. La tele y la sociedad”

En la televisión hay que tener un cuidado en verse bien, más allá de las tallas.

“¿Sabes lo que pasa? A mí eso ha hecho cuestionarme qué es ‘bien’, finalmente. Yo tengo millones de defectos físicos. Hace poco una chica me escribió en Instagram: ‘habla con tu equipo porque se te ven unas marcas de acné en la cara’. Yo tengo marcas de acné, no tengo ningún problema, pero mi sensación fue ¿por qué me tengo que sentir más fea por eso?

“Paso por épocas en que me cuido un poco más, porque el medio sí te presiona a eso, pero me encantaría quitarme esa presión de encima. Que hoy no fuera un tema y poder comerme lo que quiera. Que el estar gorda o flaca después de tener guagua tampoco fuera un tema.

“Después de mi primera hija, pesaba 20 kilos más que ahora y, pucha, veía en la tele o en internet como le celebraban a las mamás que están más flacas después de tener guaguas. Yo decía ‘pucha, por qué a mí no me pasó eso’, y sentía rabia contra mí misma y odio contra mi cuerpo.

“Entonces, intento transmitir a las mamás que todos los cuerpos son distintos, que todos los cuerpos son hermosos y que todos están bien, sobre todo después de tener hijos”.