«Acercarse más de lo que uno debe, agarrarle la cara a alguien, ¡eso no está bien!»: Camila Gallardo rompió el silencio tras polémico episodio con alcalde
“Siento la responsabilidad de decir la verdad. También le pido al alcalde a decir la verdad y ser humilde. Bajar el moño”.
Esto fue parte del largo y duro llamado que hizo Camila Gallardo tras el video que se viralizó donde Ramón Bahamonde, edil de Puerto Varas, intenta darle un beso forzado al final de su show en la comuna, el cual es evitado de manera brusca por la cantante.
En contacto con el Muy Buenos Días, Camila hizo sus descargos. La intérprete de Abrázame aprovechó de dar un potente mensaje a sus seguidoras y evitó dar más detalles del incómodo episodio que vivió arriba del escenario con el alcalde.
Este fue su mensaje:
Camila Gallardo: “Yo la verdad no planeaba hacer esto. No tengo mucho interés en hablar con el alcalde, ni mucho menos. Solamente quiero hablarle a la gente que está escuchando esto. A las mujeres y a las niñas, que por lo general nos sentimos, porque yo me sentí así. Que no sentimos culpables o sentimos que hicimos algo malo. Que está todo bien y que cualquier cosa que te haga sentir incómoda o fuera de tu lugar, hay que denunciar y hacerlo saber.
“Mi intención no es funar a nadie. Solamente decirle a la gente que habemos más y habemos muchas. Yo no tenía planeado hacer esto, pero creo que nos estamos dando vuelta en cosas muy insignificantes y superficiales.
“Creo que tengo una responsabilidad, lo siento así. Siento que hay muchas niñas que me están mirando y el hecho de que yo guarde silencio, también dice algo. El hecho de que yo hable también dice algo. Eso. Decirles que habemos muchas. Que ya no vamos a tener más miedo y que ya es suficiente. O sea, que ninguna autoridad nos va a callar y cualquier cosa que te haga sentir incómoda es válido.
“Yo sentí culpa. Creo que eso es parte del sistema en que yo he vivido y no está bien. No está bien el hecho que yo diga ‘no, me voy a quedar callada, para no generar’. Me bajé del escenario súper incómoda, sintiendo como que había hecho algo malo, cuando no hice nada malo. Y yo creo que no tengo que pedirle disculpas a nadie.
“No quiero que la generación que viene, la gente y las mujeres que están mirando, crean por un segundo que eso es así. Siento la responsabilidad de decir la verdad. También le pido al alcalde a decir la verdad y ser humilde. Bajar el moño. Sabe qué, quizás usted podría ser el ejemplo para jóvenes y para hombres. Empecemos a construir y partamos construyendo.
“Fui criada en una generación así, que se crio desde la culpa. Tildándonos de loca, de histéricas, de exageradas, de que no era tan así, que le pusimos color. Y no, no le ponemos color, las cosas son como son. Las imágenes están ahí. No quiero que ninguna mujer vuelva a sentir culpa por hacerse respetar.
“Entrar ebrio a un camarín, acercarse más de lo que uno debe, agarrarle la cara a alguien, ¡eso no está bien! Eso no lo hace nadie de mis cercanos y no es lo que a mí me enseñaron. Yo no comparto eso.
“El hecho de que yo tenga que sentir que me tengo que tapar, porque entra alguien como mirándome, me hace sentir incómoda. El lenguaje no verbal es súper claro en el video. No tengo que explicar más. Lo único que venía a decir es que yo creo que en una generación de mujeres valientes y en una generación de cambios.
“Y si tengo que enfrentarme a una generación pasada, como el alcalde, si tengo que yo enfrentarme, una niña de 20 años a él, lo voy a hacer. Y siento orgullo, con el pecho bien parado y con los ovarios bien puestos, y no voy a tener miedo. Y no voy a tener miedo de que me tilden de ‘colorienta’ ni de exagerada, porque finalmente el hecho de que yo guarde silencio también dice algo.
“Todo lo que te haga sentir incómoda, te hace sentir incómoda, porque está mal, punto. No hay muestras de cariños sobrepasadas, no hay malas interpretaciones. Si a ti hay algo que te hace sentir incómoda, está mal y punto. Se termina ahí la conversación. No tengo por qué relatar quinientas veces lo que pasó. Las cosas creo que están suficientemente claras. Y si hay una persona que no es capaz de pedir disculpas, es problema de él. No vamos a obligar a alguien a los 55 años a cambiar su forma.
“Lo que yo sí puedo hacer es enseñarles a las chicas de mi edad, a las mujeres, a mi género, a ayudar, porque yo también estoy perdida a veces y no quería hacer este contacto por miedo. Esa es la verdad, por miedo a que te tilden de exagerada”.