«Garabatos, insultos, violencia verbal, no lo podemos aceptar»: Martín Cárcamo cortó en seco entrevista a manifestante de Ñuñoa
Los matinales salieron a calle para tomarle el pulso a la ciudadanía en medio del estallido social.
Los rostros de los programas y los equipos de producción están acomodándose a este nuevo estilo de hacer televisión y Martín Cárcamo ya señaló una regla: no está permitido manifestarse en la pantalla de Bienvenidos a garabatos o insultos.
Durante los dos últimos días, el animador del matinal de Canal 13 ha actuado frente a este tipo de situaciones.
“No podemos seguir con este despacho”, dijo Cárcamo cuando un entrevistado en la comuna de San Miguel lanzara frases como «¡que renuncie ese conch… de Piñera!».
En tanto, ayer se vivió una situación similar con un equipo en Ñuñoa:
Transeúnte entrevistado durante el despacho: “Estamos pidiendo de todo. Exigiendo que el Gobierno se haga cargo, que Piñera deje de decir weás, que realmente diga lo que piensa. Estamos aquí manifestándonos como queramos. Tenemos claramente artefactos para defendernos, porque estos asesinos cul…” (Se corta el móvil)
Martín Cárcamo: “No, no, no… Así no podemos hablar y eso es lo que hay que entender. El diálogo es con respeto para todos. Desde el que piensa A hasta el que piensa Z. Pero con respeto. Es la única forma que podamos ofrecerles respeto a nuestro público y a toda la gente que se está informando”
Minutos después continuó:
“Es súper importante que tengamos claro algo: nosotros tenemos una responsabilidad no solamente con los adultos que nos están mirando, sino también hay muchos niños en la casa.
“Entonces, hay varios tipos de violencia que nadie puede aceptar. La violencia en el lenguaje también no la podemos aguantar, sea del lado que sea. Eso es súper importante. Porque nosotros también tenemos una obligación de generar un diálogo para nuestro país en democracia y con la voz de mucha gente que se manifiesta en la calle y con este proceso de diálogo que se le está pidiendo a las autoridades, a los medios de comunicación. Pero lo tenemos que hacer entre todos.
«Garabatos, insultos, violencia verbal, no lo podemos aceptar. Y eso no está dentro, en ningún caso, de una línea editorial. Y esto lo digo para que no haya ningún término medio.
«Una persona que quiere hablar lo que quiera, y pasó el viernes pasado, todo el mundo lo sabe –aquí el episodio al que hace referencia el conductor-, lo que quiera, pero sin ofender con violencia verbal. Porque ahí automáticamente quedamos outside. Se pierde el diálogo”.
