Carolina Mestrovic ahonda en el caso “las arañitas vip” que protagonizó con Maite Orsini: «Yo no escalé… Y la otra persona no sé como subió. Pero claro, llegó a otro departamento…»
«Fue un poco obsesión, el impulso de ir a la casa, de buscarlo, de saber la verdad», dijo Carolina Mestrovic en Podemos Hablar sobre el caso conocido como «las arañitas VIP» que, en abril de 2010, mezcló las crónicas de farándula y policiales.
Entonces Carolina Mestrovic, de 18 años y quien estaba en Yingo, y Maite Orsini, de 22 y que integraba Calle 7, fueron detenidas bajo el cargo de violación de morada.
Las dos jóvenes mantenían relaciones paralelas con Mario Velasco, por esos días conductor de Yingo, de 31 años, y llegaron hasta el edificio del hombre para intentar «pillarlo» tal vez con otra mujer.
Mestrovic llegó hasta la puerta del departamento de Velasco y Orsini escaló, sin embargo se equivocó de departamento y, supuestamente, entró a otro.
Esta semana en el estelar de conversación de Chilevisión, Mestrovic contó nuevos detalles del caso:
“Yo no estoy segura si fue obsesión lo mío. Me pasó chiquita, tenía 16 años y en un programa juvenil. Es la confusión entre saber que es amor y que es obsesión. En el tire y afloje, que está con una, que está con la otra, me obsesioné un poquito.
“Básicamente fui presa… No, mentira (se ríe). Sí, fue un poco obsesión, el impulso de ir a la casa, de buscarlo, de saber la verdad. Yo no escalé, no estaba tan atlética.
“(Con Maite Orsini) No éramos rivales. Nos habíamos como unido en el fondo. ‘Vamos a conocer la verdad’.
«Las dos estábamos pololeando paralelamente con la misma persona. No sabíamos. Un día nos enteramos y fuimos a ver qué pasaba.
“Pero bueno, era chiquita, tenía 18 años. Fue cuando uno todavía no sabe lo que es amor verdadero y lo que es obsesión.
“(Con Maite) No nos conocíamos. Nos juntamos un día para saber la verdad. Capaz que nos encontrábamos con dos más.
“Yo estaba esperando en la puerta, el conserje nos dejó entrar porque obviamente yo creo que nunca nos había visto juntas, pero nos veía siempre por separado.
“Yo espere en la puerta y la otra persona no sé como subió. Pero claro, llegó a otro departamento. Entonces ahí quedó…” -EL VIDEO-.