Flaviana Seeling y los prejuicios al inicio de Axé Bahía: «Había ese mal comentario y no era agradable. Todos los chicos vinieron de una buena situación…»
Flaviana Seeling estuvo esta semana en La Divina Comida y uno de los temas que abordó fue los «prejuicios» que existían con Axé Bahía, cuando el grupo brasileño llegó a Chile, a inicios de la década pasada, y saltó a la fama en el programa juvenil Mekano.
El humorista Humberto Espinoza, también invitado al espacio de cocina y conversación de CHV, comentó «se decía que muchos de los chicos que conformaban este team de baile eran de favela, de bajo recurso»
Entonces, la bailarina de 42 años, fundadora de Axé Bahía, respondió:
Flaviana Seeling: “Había como ese mal comentario y la verdad es que no era agradable. Todos los chicos vinieron de una buena situación. Yo, como estudié administración de empresa y comercio exterior, trabajé en la empresa de mi papá. Siempre fui metida de querer estar y mi papá me daba ese espacio.
«Pero abrí la academia de baile y ahí fui a buscar ese ritmo nuevo. Y claro, cuando tuvimos la oportunidad de venirnos a Chile, tuvimos que cambiar el nombre.
“Eran muchos integrantes, entonces se escogieron seis personas. Tomamos un bus, tres o cuatro días. Al venir al Chile las condiciones fueron distintas, en esa etapa nosotros teníamos un departamento que era chico, yo cocinaba en dos ‘boquitas’. Entonces, muchos de ellos no lograron quedarse.
«Hubo situaciones que dijeron ‘no, esto no es para mí’. Quizás no vivíamos en una casa grande, las comidas distintas y fue cambiando el grupo hasta formar esa pirámide que fue Francini, Flaviana, Bruno, Jefferson y Jociney.
“Nosotros llegamos con una marca de jeans, bailábamos en los malls, ahí en medio de la ropa, en las salida de los cines. Ya nos llamábamos Axe Bahía. Juntos, entre todos y el mánager (inventaron el nombre). Fue como ‘axe’, el ritmo que viene de Brasil, y ‘Bahía’ de donde proviene.
“Nosotros hablábamos súper mal. Una vez fuimos al supermercado, queríamos comprar fruta, Jefferson quería describir, Bruno decía ‘oiga, señorita, nosotros queremos un mamón’. Porque en Brasil se llama mamão a la papaya que comemos todos los días en la mañana. Lo mismo que ‘queremos una concha, necesitamos una concha…’. ‘¡¿Qué onda?!’» –MIRE AQUI EL VIDEO-.