Juana Ringeling sobre su cuarentena en Cachagua: «Al no tener casa, más encima estar encuarentenado en un lugar que no puedes salir, yo no lo hubiera resistido…»
«Yo soy de Cachagua, nací acá, crecí acá. Y mi residencia está acá», contó Juana Ringeling en las historia de Instagram hace unas semanas.
La actriz de 33 años ahora explicó como fue el proceso que la llevó a regresar a vivir a su lugar natal, donde pasa la cuarentena junto a su pololo Matías Assler.
El rostro de teleseries como Soltera Otra Vez o Chipe Libre realizó un contacto con el programa El Aperitivo, que se transmite en vivo por el instagram @revista_velvet:
Jordi Castell, conductor del espacio: “Estás en la playa con Matías, ¿no? ¿Se fueron para allá a pasar la cuarentena?”
Juana Ringeling: “Sí”
Castell: “¿Tú vives allá? Sí poh, esa es tu casa”
Ringeling: “Sí. Nos vinimos a Cachagua desde que yo volví. Yo viví en Estados Unidos como cuatro años. Volví en junio más o menos y estuve sin casa hasta diciembre, que volví a las casa de mis padres, así como antaño.
“Nos fuimos a vivir a Cachagua a la casa de mis papás y ahora nos arrendamos una casa en marzo para nosotros”
Castell: “Que rico vivir allá, que envidia”
Ringeling: “Fue el momento justo. Fue una decisión porque estábamos los dos sin mucha pega en Santiago y fue como ‘bueno, si no tenemos mucho nada que hacer acá, en Santiago…’ Yo dije ‘feliz me vuelvo adonde soy’, y aquí estamos”
Castell: “Lo que más me gusta es la calidad de vida que hay en playa o en el campo, lejos de la gran ciudad. Lo otro es que encuentro súper agresivo tener que vivir acá, sobre todo si no hay un trabajo estable, y menos después de todo lo que ha pasado.
“Porque la cuarentena de ustedes tiene una calidad mucho más elevada que la mía, por ejemplo, o la de cualquiera santiaguino”
Ringeling: “Nada que ver. Yo por eso lo agradezco enormemente. Porque si uno le suma a la incertidumbre que se está viviendo, al no tener pega, yo perdí todas mis pegas desde el estallido en adelante y antes poco, porque vivía fuera de Chile. Al no tener casa, más encima estar encuarentenado en un lugar que no puedes salir, yo personalmente no lo hubiera resistido.
“Entonces al menos ya, ok, estoy sin trabajo y tengo la misma incertidumbre que todos los chilenos, pero estoy en mi huerta, voy a sacar peras, tomates, limones, saco las acelgas, me cocino con lo que tengo.
“Te juro, el primer mes de cuarentena no compre verduras. Acelga, tomate, verdes, zanahorias, todo”