María José Prieto sobre sus 20 años junto a Cristián Campos: «Hacer terapia de vez en cuando no es malo, o en los momentos de crisis…»
María José Prieto y Cristián Campos llevan 20 años de relación, 11 de matrimonio y son padres de una niña de diez años.
La actriz se refirió hace unos días, entre otros temas, a como han vivido la cuarentena preventiva por el coronavirus y como han mantenido su relación durante dos décadas.
Prieto realizó un contacto con el programa que Leonor Varela transmite en vivo los domingos por el Instagram de Velvet:
Leonor Varela: “Algo muy importante, porque muchas parejas al estar encerradas han estado muy con nosotros mismos, con nuestro otro, con nuestro otro significativo. Y ustedes con Cristián llevan 20 años, mucho tiempo”
María José Prieto: “Sí, si estuvimos juntas en Washington”
Varela: “Sí, me acuerdo, como olvidarlo. ¿Cómo se hace? Si tú tuvieras que destilar una o dos cosas fundamentales que les han permitido crecer juntos y evolucionar juntos”
Prieto: “Difícil pregunta. Yo creo que dejarse el espacio, cosa que en cuarentena ha sido complejo, porque uno no tiene mucho espacio.
«Igual hago zoom con mis amigas una vez a la semana en la noche, me encierro en la pieza y Cristián se pone ahí a escuchar, porque goza con las conversaciones, todas las tonteras que hablamos. El tema de los espacios, el tema de…»
Varela: “¿Espacios propios?”
Prieto: “Propios y en conjunto. También tener cosas en común, por ejemplo él me inició en el yoga, ahora practica poquito él, pero él fue el que me impulsó a que lo practicara.
“Nos gusta mucho ir a subir cerros juntos, cosa que no hacemos hace un rato. Y ahí es buena la combinación de que con tu pareja les guste hacer cierto tipo de cosas”
Varela: “Compartir pasiones, compartir hobbies, actividades en conjunto”
Prieto: “Sí. Hacer terapia de vez en cuando no es malo, o en los momentos de crisis. Y también estar aunados en el tema de educación, hay muchos problemas cuando uno cría a los hijos, de que forma lo hace.
“Porque Cristián es más bien un patata, con sus hijos grandes también lo fue. Es súper buen papá y es un exquisito, pero es demasiado de repente.
«Yo soy un poco la más bruja para que mi hija también tenga herramientas para lidiar con el mundo que le va a tocar llevar. No todo el mundo le va a andar haciendo el amén. Entonces ahí hay que jugar distintos roles”.