Glamorama
Viviana Nunes en una foto que compartió en su instagram @viviananunesmayol en febrero de 2020.

Viviana Nunes recuerda «su mayor locura» en viaje a París: «A pechuga pelá bailando Moulin Rouge, moviendo las pechugas…»

Autor: Equipo Glamorama / 14 mayo, 2020

A los «27, 18 años», como dijo, Viviana Nunes conoció a Europa junto a una amiga. Y cuando estaban en París, la figura televisiva realizó su «mayor locura» en un viaje.

La conductora contó la historia en Cocina Fusión, el programa de TVN que emite los capítulos grabados con anterioridad.

Estas fueron las palabras de la ex animadora de estelares y otros espacios:

“¿Cuál ha sido tu mayor locura en un viaje? Saben que fue bien sano ese viaje y bien lindo… Yo postergué conocer Europa muchos años. Primero porque no tenía ninguna posibilidad económica de hacer un viaje de ese tipo a los 18, 20 y 25. Luego vino la maternidad. Tuve mi primer hijo, al año y diez meses tuve al segundo, después el tercero. Tres niños muy juntos.

“Entonces, hacer un viaje largo se me hacía complicado. Anímica y emocionalmente dejar a mis guaguas era difícil.

«Ese viaje nos propusimos con una gran amiga, con mi gran amiga de la vida, con Consuelo.

“Con Consuelo nos propusimos, porque las dos a la par, de la misma edad, teníamos hijos de la misma edad, nuestros maridos eran íntimos amigos. Entonces dijimos ‘antes del año 2000 vamos a conocer Europa’.

“Fuimos a conocer el Moulin Rouge, había que ir, estábamos en París. Tomamos un tour que hacía varias cositas, un recorrido por el Sena de noche, la Torre Eiffel iluminada, y luego el show.

“Fuimos al show (en el Moulin Rouge), muy bien sentadas… Métale champañita. Nos dieron muy poca comida y mucha champañita. Y nos fuimos.

«Salimos, nos subimos al bus para volver al hotel. Y en ese bus toda la gente iba en el primer piso. Son buses de dos pisos y yo le digo a la Consuelo ‘vámonos arriba, que entretenido’. Ya estábamos medias puestas con la champaña.

“Y a mí me baja la locura, porque yo de repente como que me vuelvo loca, soy un poco bipolar. Muy tranquila, muy centrada y de repente soy muy cabra chica, mucha tontera, chiste. Sigo igual.

“Me sentí muy liberada. Además de la champaña y obviamente que me creí una corista del Moulin Rouge, y empezamos a bailar y levantar las piernas, caminando por el pasillo.

“Yo andaba con una faldita corta y un top, solamente un top, cuando se usaban como de elástico. Solo con el top, entonces era muy fácil ‘pum’, bajarlo. Pechuga afuera. No hay registro (ríe). A pechuga pelá bailando Moulin Rouge, moviendo las pechugas.

“Ella no sé si se embaló, pero yo me acuerdo de mí con el top abajo y ya, nos matamos de la risa. Ella me siguió un poquito, pero es más seria, un poquito más discreta que yo.

“Entonces, cacho que íbamos llegando al lugar de salida y nos empezamos a acomodar la ropa, nos vestimos y empezamos a bajar. Vamos bajando y miramos abajo, el bus lleno, ‘¡bravo!’ (aplausos). Miro adelante, una pantalla… ¡Tenía una pantalla!

“Atrás del conductor había una pantalla que mostraba todo lo que iba ocurriendo en el segundo piso del bus (ríe)».