Glamorama
Pangal Andrade en una foto que comparte en su instagram @pangalandrade

Pangal Andrade: “Soy un privilegiado. Vivo en el Cajón del Maipo… Pero ha sido heavy ponerse en el lugar de las personas que están encerradas en un departamento»

Autor: C. Z. / 16 junio, 2020

Pangal Andrade se refirió a la cuarentena que vive junto a su perro en la casa que se construyó en el Cajón del Maipo. Habló sobre las causas ambientalistas por las que aboga y sobre sus emprendimientos, entre otros temas.

El deportista y ganador del reality Año 0 se conectó con el espacio que Angélica Castro emite en vivo a través del instagram de Velvet.

Esta fue parte de la conversación:

Angélica Castro: “¿Cómo enfrentaste la cuarentena cuando te diste cuenta que esto venía para largo?”

Pangal Andrade: “Mira, para qué voy a andar con cosas, yo soy un privilegiado. Vivo en el Cajón del Maipo, acá, en La Cascada de las Ánimas, un verdadero santuario de la naturaleza, y puedo salir de mi casa, el patio es grande, puedo moverme. Siempre ha sido así acá, en el Cajón del Maipo. Voy a Santiago dos veces o una vez a la semana, bien poco, pero para mí no ha sido tan terrible.

“Siempre digo: soy un afortunado donde vivo. Puedo salir a caminar, puedo relajarme aquí. Pero ha sido heavy no ver a los amigos. He estado con pura familia nomás. Pero ha sido heavy ponerse en el lugar de las otras personas, que están encerradas en un departamento en Santiago. Debe ser terrible. Pero te hace pensar mucho, te hace pensar de todo. Y no ha sido tan terrible mi cuarentena”

Castro: “¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje de esta cuarentena?”

Pangal: “Me ha tocado pensar muchas cosas. Pero creo que todo el mundo lo está pensando. Es seguir luchando y luchar más fuerte por lo que tenemos. Ponerse las pilas de verdad. Y luchar por este Chile.

«Te das cuenta que la pandemia y quedarse en las casas es solo para la gente, pero te das cuenta de quienes dominan y controlan este país. Las grandes empresas no las pararon, todo sigue igual, y te das cuenta de, chuta, muchas cosas. Es heavy”

Castro: “¿Estás solo ahora?”

Pangal: “Sí, con mi perro. Vivo con el Bagual”

Castro: “Es que es lo máximo. ¿Tú le enseñas a él todo? Porque es increíble. A ese perro le falta hablar, o quizás habla”

Pangal: “Algo dice… Venga a saludar”

Llama al perro. Lo muestra en pantalla.

Castro: “¿Cuánto años tiene?”

Pangal: “Tiene dos”

Castro: “Es chiquitito. No te pasa de repente ahora, porque te he escuchado decir que te gustaría tener hijos”

Pangal: “Mmm… No quiero tener hijos parece”

Castro: “Pero yo te escuché que querías tener hijos. ¿O querías casarte?”

Pangal: “Antes quizás. Pero ahora, como está la situación hoy en día en el mundo, está complicado. ¿Y sabes qué? Uno va quedando con cosas. Yo salgo de mi casa y no tengo que decirle nada a nadie. Mi única preocupación es mi perro. Y veo a mis primos y me dicen ‘aprovecha, porque cuando tengas hijos, jodiste’.

“Tengo mis juguetes. Es rico ser libre. Me voy con el Bagual a todas partes. No tengo que volver, trabajar para nadie. Trabajo para mí nomás. Es exquisita esa sensación de libertad. Y después, ya cuando tienes hijos, mis primos me han dicho, y los veo y son esclavos. ¡No! No estoy listo para eso”

Castro: “Pero el hecho de estar en una cuarentena, obviamente no se puede salir, ¿no se extraña, quizás, tener a alguien? Me ha pasado con algunos amigos con los que he hablado y me dicen, te prometo, cero de parejas y pololos, pero nunca me había pasado de estar tanto tiempo acá y decir ‘sí, me gustaría tener una pareja’. Es el extrañar estar en compañía. ¿A ti no?”

Pangal: “Tengo una familia gigante. Somos 54 primos hermanos”

Castro: “¿Y viven todos cerca?”

Pangal: “Vivimos en todos lados. Es una familia gigante. Imagínate que somos sexta generación en el Cajón del Maipo. Una familia muy antigua. Y uno no se siente solo. Igual tengo pocos amigos, contados con la mano. Tengo a mis primos, con quienes vamos a todas partes. Es diferente. Totalmente diferente”

Castro: “Son momentos…”

Pangal: “Sí, son momento, como tú dices. A veces te sientes solo, a veces no. Son cosas de la vida. A veces uno se acostumbra a eso. Te acostumbras a tu libertad, a la vida que uno lleva. Es rico”.