«Me voy al hotel y lleno la tina de cerveza… Me voy a un restaurante, Don Francisco nos invitó… Y me agarro a combos»: Marcelo «Chino» Ríos revela como celebró tras convertirse en número uno del mundo en Miami en 1998
Marcelo «Chino» Ríos reveló que la noche de 29 de marzo de 1998, luego de convertirse en el tenista número uno del mundo en el ranking ATP, en Miami, llegó a su pieza de hotel y llenó la tina de cerveza.
Posteriormente fue a una comida invitado por Mario Kreutzberger donde se «agarró a combos» con otro comensal. Y terminó la noche perdiendo el automóvil Mercedes Benz que le regaló la ATP por su triunfo.
El ex deportista de 44 años se contactó con los periodistas Pedro Carcuro y Gustavo Huerta en el debut de Zoom, Grandes Monento del Deporte, en TVN.
Ríos repasó diferentes etapas de su carrera y estas fueron sus palabras sobre la celebración del triunfo ante Andre Agassi, el cual lo llevó al primer puesto del tenis mundial:
«Voy a la conferencia y me preguntan todo, que el número uno… Yo no sabía qué decir. No tenía idea qué estaba haciendo, qué estaba pasando
«Hoy día, te lo juro, por primera vez en mi vida voy a contar la verdad de lo que pasó antes y después de está webaíta de haber quedado número uno, que no fue nada lindo.
«Termina la conferencia, me agarran otros periodistas y me acuerdo que te daban un Mercedes, un auto. Me voy al hotel y lleno la tina de cerveza y me pongo a tomar unas cervezas, estaba solo en la pieza.
«Llega mi papá, nos tomamos una cerveza y me dice ‘¿tú sabí lo que acabai de hacer o no? Eres el número uno del mundo’.
«Me acuerdo de una vez que iba en el auto con mi papá y le digo ‘si fuera tenista, ¿cuando yo podría ya ganar plata?’. ‘Cuando hagas un millón de dólares eres millonario’. Y con esta cuestión me caían de Yonex, de Nike, de esta cuestión… Entonces aquí empezaba todo. Ya había ganado mi plata, todo, pero esta cuestión era cuando empezaba lo weno. En otra. Estaba ahí pero feliz
«Después me pongo a pensar en la ducha ‘esta weá del número uno y la cuestión, ¿y ahora qué voy a hacer? ¿Volver a Chile?’
«Me voy a un restaurante que se llamada Linda B, quedaba muy cerca en Key Biscaine. Me acuerdo que Don Francisco nos invitó, parece que estaba el dueño de Ripley, el que murió… Calderón. Y estaba la familia, otro amigo, y había un tipo que yo no sabía quién era, que estaba en la esquina.
«Cuento corto, tomando ahí, pá, pá. Voy a hablar por teléfono con la Giuliana, a un teléfono público, y llegué altiro. Y me agarro a combos (con el comensal de la esquina de la mesa), porque me trató de decir que qué me creía yo de ser como era y no pescarlo en la mesa. Se produjo una cuestión que nos agarramos a combos, pá, pá, y llegan los pacos.
«Número uno… Dije ‘puta el número uno malo’. Llegando los pacos, que me lleven preso, se fue todo a la chucha. Y este weón se va contra los pacos, lo llevan preso y a mí no me pasó nada.
«¿Estábamos en estado de ebriedad? Yo creo que sí, pero todo bien. Si no celebras… Todos me decían ‘si no te tomas una cuestión cuando eres número uno del mundo…’ Puta yo tomaba cuando me ganaba el nacional de Quillota, de Papudo…
«Me fui a acostar. Despierto, se me perdió el Mercedes del ATP. No lo encontré. Y no lo encontraba, ¡se perdió la weá! ¿Y qué iba a hacer».