Sigrid Alegría recuerda las grabaciones de Aquelarre: “No fue fácil, porque nosotras somos hormonales y somos complicadas, más en un espacio donde ser protagonista es un triunfo…»
El reestreno de Aquelarre este martes, a 21 años de su debut en TVN, logró el segundo lugar de sintonía en su franja, desde las 15:36 a las 16:44.
La teleserie de 1999 se centra en un pueblo donde solo nacen mujeres desde hace más de tres décadas y el personaje principal es interpretado por Sigrid Alegría.
La actriz de 46 años protagonizó una transmisión en vivo por instagram realizada por el canal público para hablar de Aquelarre y estas fueron parte de sus palabras:
“No fue fácil (la grabación de la telenovela), porque nosotras somos hormonales y somos complicadas, más en un espacio donde ser protagonista es como un triunfo, es una meta. Agradezco mucho de entrar a la televisión siendo protagonista. Me invitaron rápidamente a cumplir ese papel en la historia.
“Estaba muy asustada, me daba mucho nervio, y además estaba con actrices que admiraba profundamente y que no entendían mucho que esta niña nueva llegara a ser papeles tan importantes tan de repente. Por lo tanto, tuvimos un par de desencuentros, pero no fue nada grave tampoco. Dentro de todo, rápidamente nos empezamos a acostumbrar a este gallinero.
“Los hombres también se empezaron a acostumbrar, porque también entraron aterrados y empezaron a pasar estas cosas mágicas, que íntimo, pero las mujeres cuando están mucho rato juntas empiezan a tener el ciclo menstrual al mismo tiempo. Nos hacemos tribu. Y eso sucedió…
“Me acordé de Bastián Bodenhöfer, tan alto y habla tan fuerte y siempre tiene la razón. Me costaba grabar con él. Siempre me mantuve al público, ajena, se me olvidaba que estaba de igual a igual. Pero después me decía ‘ya poh…’, porque él lo notaba. Lo encontraba raro.
“Eso también me pasó en Borrón y Cuenta Nueva. Me acuerdo de una escena en que estaba con Jaime Vadell, Coca Guazzini, Anita Reeves, Mauricio Pesutic y yo. Puros grandes. Estaban texto, texto y texto y, de repente, ¡chun!, todos me miran al mismo tiempo. Yo estaba sentada y ellos de pie. Me quedo así y me dicen ‘tu texto’. Se me había olvidado que estaba actuando con ellos. Fue una cosa rara.
“Y eso me pasaba con Bastián, porque cuando actúa, habla y tiene muchas cosas que hacer al mismo tiempo. Era muy entretenido verlo. Y me daba pudor él. Pero lo logramos también. No fue fácil, fue mi primer desafío en muchas cosas, pero me ayudaron mucho”.