Daniela Aránguiz sobre la cuarentena con su marido: “Se curaron muchas heridas que nosotros teníamos antiguas y me volví a enamorar de Jorge, pero heavy…»
Daniela Aránguiz y su familia estaban en Morelia, México, donde su esposo Jorge «Mago» Valdivia jugaba por el equipo local, cuando llegó la pandemia de coronavirus.
En marzo, el futbolista sufrió una influenza que lo tuvo diez días en cama al cuidado de su mujer.
Luego, la familia pasó cuatro meses de cuarentena juntos.
Valdivia dejó Colo Colo el año pasado y se fue a jugar por el Monarcas Morelia. Pero este año, los dueños decidieron vender la franquicia del equipo y se fue a otra ciudad. Ahora el club trasladó su sede a Mazatlán, en el estado mexicano de Sinaloa. Entonces, el jugador debió reintegrarse a su nuevo club, mientras su esposa e hijos continuaron la cuarentena en Chile.
Esta semana Daniela Aránguiz realizó un contacto con el espacio que Martín Cárcamo transmite en vivo por instagram, donde habló de esos días en familia que hoy extraña. Esta fue parte de la conversación:
Martín Cárcamo: “¿Te costó mucho tomar la decisión de venirte y dejar a Jorge allá? ¿Cómo fue esa decisión?”
Daniela Aránguiz: “Yo igual lo aislé, porque soy hipocondríaca. Entonces lo aislé en una pieza y nosotros aparte por diez días. Y le di Tamiflú y los típicos remedios para la influenza –se refiere al período en que su marido estuvo enfermo, en Morelia, en marzo pasado-.
“Fue sin vernos. O sea, yo entraba a la pieza con mascarilla a darle la comida, el desayuno. Lo tuve acostado por diez días enfermo. Se mejoró. Esto fue en marzo. Alcanzamos a estar un mes. Había montado mi casa y todo y después empezó a quedar la embarrada. Contagios, contagios, contagios en México y todo, y dije ‘no salgo más’. Empecé a pedir las cosas por supermercado. Soy súper hipocondriaca, tengo que decirlo.
“Y Jorge empezó la pretemporada y le dije ‘mira, si tú vas a la pretemporada, no vuelves más’. Y Jorge me dice ‘¿cómo así ‘no vuelves más’?’. ‘No vuelves más. Sé que es tu trabajo y es una decisión súper heavy lo que estoy diciendo, pero a mí nadie me va a devolver a mis hijos si les pasa algo. Entonces, tú nos puedes venir a ver por la ventana y te vas a un hotel o a la casa de un amigo’.
«Estaba (Gonzalo) Jarita viviendo solo en un departamento. Le dije ‘ándate a vivir con Jara, con (Sebastián) Vegas, con quien tú quieras, pero aquí a la casa no vuelves más’. Y Jorge dijo ‘los prefiero a ustedes’. Y no salió ni un día. Estuvimos cuatro meses encerrados”.
Cárcamo: ¿Cómo funcionó todo esto de estar cuatro meses encerrados todos juntos?”
Aránguiz: “Es difícil, porque siempre hay peleas. Nadie es perfecto y siempre van a haber peleas por tonteras, ‘oye, por qué dejaste la pasta de dientes abierta’ o ‘por qué no te comiste esto’. Pero siento que se curaron muchas heridas que nosotros teníamos antiguas y me volví a enamorar de Jorge, pero heavy.
“Yo sentía que quizás porque llevamos 17 años juntos era costumbre, era mi familia y uno se acostumbra a vivir con alguien y tener una relación. Pero estar 24 / 7 con él, día y noche, sentí que volví a tener al amigo y no teníamos a nadie más.
“Entonces, disfrutamos los momentos en familia, sin tele y celular en la mesa cuando todos almorzábamos. Después los niños se iban a estudiar, nosotros en la tarde viendo teleseries chilenas antiguas, las buscamos por YouTube. Cafecito, hacía tablitas, vinito, música o inventábamos cosas. Entrenaba con él en el patio. Me da hasta pena, porque para mí ha sido muy difícil estar sin él ahora.
“Sentí que me enamoré heavy de nuevo. Volvimos a ser amigos. Ayer me mandó un video del departamento donde está y me la lloré toda, porque siempre estoy ahí, soy la que ordena las cosas a Jorge. Nosotros hemos vivido en diez casas… Oh, me da pena…”