«Sin ella parte de mi carrera hubiese sido a la mitad. Ella fue súper importante no solo en el apoyo de pareja…»: el reconocimiento de Mauricio Pinilla a Gissella Gallardo
“Ella tiene una fortaleza tremenda», fue una de las frases con que Mauricio Pinilla se refirió a Gissella Gallardo, su esposa y madre de sus tres hijos.
El jugador se contactó, hace más de tres semanas, con el espacio que Martín Cárcamo emiten en vivo a través de instagram.
Pinilla contó detalles de su cuarentenas como que “me puse a jugar PlayStation y me volví un total ‘niño rata’. Y tenemos peleas (con su esposa) porque juego todo el día… Lo cronometré el otro día: fueron 14 horas jugando Play”.
Habló de los sacrificios de la vida de un futbolista y de la importancia de su esposa. Estas fueron parte de sus palabras:
“Son demasiados los sacrificios. Y lamentablemente, los sueños de millones de niños, y los que realmente les va bien, los que son exitosos, o pueden vivir de esta actividad, son muy pocos. En el medio chileno, también, el promedio de salarios tampoco es altísimo como para poder asegurarse la vida. La carrera es muy corta.
“Hay muchos futbolistas que juegan toda su carrera y después tienen que seguir haciendo cosas, trabajando o estudiando, porque tampoco les da. Y si tú miras los que tienen la posibilidad de ir a ganar mucho más dinero al extranjero, son contados con los dedos de la mano. Es difícil. Es una carrera súper ingrata y requiere de muchos sacrificios, no solamente personales, sino que familiares”
Diana Bolocco: “A eso quería ir, a los sacrificios de la Gise. Porque por Dios que yo admiro a las mujeres de los futbolistas que están ahí siempre apañando, acompañando. Pasan periodos bien solas, por las concentraciones y todo lo que significa ser un deportista de elite como tú. Entonces, ¿qué crees tú que le ha costado más a la Gise o en lo que ha tenido que sacrificarse más?”
Mauricio Pinilla: “A nosotros, como familia, nos unió un montón el hecho de vivir afuera porque, como te comentaba hace un rato, no teníamos familia, teníamos a los amigos ahí, pero no los ves todas las semanas, entre colegio y otras cosas. Entre familias somos súper unidos, aclanados, dependemos uno del otro para funcionar.
“Yo creo que lo que más le ha costado es el tema de los cambios. Imagínate. Jugaba seis meses en un equipo y después me tenía que ir a otro. Y los cambios de casa, y cambios de casa con cambio de país. Eso es súper desgastador.
“El último cambio muy peludo que hicimos fue cuando ella estaba embarazada del Mauri. Tuvo un desprendimiento de placenta. Hizo un cambio de casa así. Después terminó en la clínica. El Mauri nació de 28, 29 semanas. Fue un desastre. Después el niño internado dos meses y medio. Ella tuvo un problema con la anestesia y me tenía que levantar, buscar leche a un hospital e ir a dejarla a otro. Entrenar, volver y después concentrar. Los dos niños en la casa. Dejarlos al colegio. Se tuvo que venir mi suegra, mi mamá, una tía que teníamos ahí.
“Ella tiene una fortaleza tremenda. Tiene capacidades muy grandes de soportar todas estas cosas. De verdad que estoy agradecido. Sin ella parte de mi carrera hubiese sido a la mitad. Ella fue súper importante no solo en el apoyo de pareja sino que en el manejo familiar”.
