«A aquellos que escupen su mier… darles las gracias por hacerme descubrir que la miseria humana siempre puede ser más»: Marcela Vacarezza responde a odiosos comentarios por adopción de niño
Marcela Vacarezza se manifestó este domingo en Twitter a un día de que, junto a su familia, hiciera pública la adopción de un niño de origen haitiano.
La comunicadora y su marido, Rafa Araneda, contaron que Benjamín Rafael llegó a sus vidas hace dos años, cuando era una guagua de tres meses.
El matrimonio primero asumió el papel de cuidadores del niño. Luego comenzaron los trámites legales para adoptarlo. Cuando todo estuvo listo lo contaron en sus redes sociales.
La respuesta ha sido de felicitaciones en las redes, con miles de «me gusta», emojis de corazones y parabienes en Twitter e Instagram.
El posteo de la buena nueva en el instagram de este sitio suma, hasta este domingo, más de 27 mil «me gusta» y felicitaciones de Martín Cárcamo, Ingrid Cruz y Euge Lemos, entre otras figuras televisivas:
En tanto, en Twitter y en Instagram también han surgido mensajes con críticas y mala onda. Ante esto, Vacarezza decidió responder en la primera red social posteando lo siguiente:
«Muchas gracias a gran parte de ustedes por sus cariñosas palabras que reflejan que entienden nuestra inmensa felicidad por nuestro cuarto hijo. Sin embargo, nunca pensé que cuando esto se hiciera público tendría que bloquear a más de 100 personas y subiendo.
Hoy, y nunca más por esta red social, aclararé algunos puntos:
– Benjamín es un niño maravilloso caído del cielo en nuestra familia.
– Es chileno, de origen haitiano.
– Lo conocimos cuando él tenía tres meses de edad y de ahí no nos separamos más.
Fuimos sus cuidadores y luego de dos años, y de un largo proceso ajustado a derecho, finalmente nos salió la adopción.
– Todos mis hijos salieron en la prensa cuando nacieron. Esta no es la excepción.
– Estamos extremadamente felices!
Y a aquellos que escupen su mierda (porque no hay otra palabra) sólo darles las gracias por hacerme descubrir que aún tengo capacidad de asombro descubriendo que la miseria humana siempre puede ser más».