“El universo es tan sabio que como un mes después este gallo hizo un show cufifo en un avión…»: Daniela Castro reflexiona sobre el pololeo «tóxico» que vivió
«Aprendí a quererme, a valorarme, a estar segura de lo que yo creo y del mundo que quiero crear. Y más que sanado, más que resuelto, más que todo, aceptando todo lo que he vivido en mi vida y agradeciendo esa relación porque sin esa relación yo no hubiera tenido la relación actual que tengo».
Esto fue parte de la reflexión que hizo Daniela Castro sobre el día, en noviembre del año pasado, en que decidió hacer público que tuvo un pololeo tóxico.
La ganadora del primer MasterChef Chile conversó, hace tres semanas, con el productor de modas Benjamín Valdés a través de una conexión en vivo por instagram.
Castro se refirió a su época previa al popular programa de cocina, habló de moda, de ciertos aspectos de mujeres que se declaran feministas y de sus metas.
En tanto, sobre el tema de lo que aprendió en la mencionada relación amorosa, agregó:
“Subí un texto hace un tiempo de una relación tóxica que había tenido y que todas asumieron para dónde iba. No dije ni nombre ni nada, pero me sentí tan libre, porque soy súper honesta con todos, pero con mis guapirulis más.
“Para mí era como un secreto el no haber contado que estaba en una relación muy dañina, pero era un secreto que yo no quería tener guardado. Es distinto a secretos que decides guardar.
“Esperé a que todo se diera cuando se tenía que dar. Y justo se dio que habían dado ese fin de semana un programa donde había hablado del tema y fue como como ‘ahora es el momento’, porque fue el único programa que en mil años me habían preguntado por él. Fue ‘ahora es el momento, ahora o nunca’.
“Y el universo es tan sabio que como un mes después este gallo hizo un show cufifo en un avión. O sea, cufifo. Entonces, en universo es brígido cómo cuando uno es coherente hay que seguir siempre la guata y la intuición de ese momento.
“Decidí hablarlo porque me carga cuando empiezan a dudar de las mujeres, ‘está exagerando, si la loca es ella’. Obvio que estoy loca, y todos tenemos un grado de locura, lo encuentro entretenido, pero hay locos buenos y locos malos.
“Yo necesitaba, sentía que les había mentido a mis guapirulos respecto a mi relación, a lo que viví, porque además era una relación tóxica que subía fotos en el momento que estás contenta y después la relación era una mierda. Era como ‘estamos bien’ y tenías ganas de subirlo porque de verdad era una mierda.
“Hace rato decía ‘¿cómo digo esto?’. Y se dio naturalmente y escribí un texto de lo que había sentido. Nunca escribí un texto de lo que viví, porque no es necesario con lujo de detalles, y lo escribí por cómo yo me sentí.
“En ese minuto trabajaba en el matinal (Mucho Gusto) y me ponía un vestido corto porque uso vestidos cortos. Y era como ‘¿por qué no te pusiste patas abajo?’. Y yo ‘¿por qué me voy a poner patas abajo?’.
“Gracias a Dios no fui la única. Me contacté con la ex polola de él, porque hay un grado de que te hacen dudar de que lo que tú viviste es real o no, porque te echan la culpa de las cosas, de por qué no tiene trabajo, la culpa de todo es tuya, y al final te sientes culpable.
“Y me contacté con la ex polola de él y le dije ‘me pasó esto. ¿A ti te pasó esto? Por favor dime que sí, para no sentirme loca diciendo algo que no fue, que lo inventé’; más allá de que yo tengo mensajes de todo, guardé las cosas, porque siempre supe que me iban a tratar de mentirosa. Tengo todo guardado por si acaso.
“Y cuando me dijo ‘a mí me pasó esto’ y era lo mismo, la misma historia, y ella me apoyó en redes sociales porque es famosa también, tiene muchos seguidores en España, fue como ‘no estoy loca. Es verdad lo que pasó’.
“Me liberé. Y hasta el día de hoy va a haber mujeres que dudan, pero es alivio con la gente que me conoce que pueda hablar. Más allá de Pepito o Juanito, es el aprendizaje… La gente habla de Pascual (en los comentarios de las usuarios conectados a la transmisión por instagram). No tiene que ver con eso. Tiene que ver con la relación que tuve y por qué yo lo acepté. Me importa un comino que sea él o que sea Julio César Rodríguez o mi vecino, no tiene que ver con eso, el nombre da lo mismo.
“Hablo de la relación, y como a él lo conocen, pasan a defenderlo. Pero pasa por la experiencia de por qué yo acepté cosas que no debería haber aceptado, porque nadie me obligó. La pregunta no es porque es él, porque gente mala o enferma, o con muchos problemas, existe o va a existir todo el tiempo. El tema es en qué momento estaba yo como para aceptar a esa persona en mi vida, porque un día puede ser tu pareja o en otro tu amigo.
“Cuando tú decides tener a esa persona cerca de ti es porque hay una falencia en ti. Ahí empezó mi trabajo interno. ¿Por qué me acerqué a él? ¿Qué tengo en común con alguien que pueda llegar a ser así? Ahí te das cuenta del aprendizaje.
“Aprendí a saber de dónde venía el querer mantenerlo ahí, seguir luchando por una relación donde no estaba enamorada, no era sano. O con amistades. Cuando corté con él también salieron amistades de mi vida que no tenían nada que ver con él, pero fue porque yo crecí. Aprendí a ver las cosas sobre cómo quiero ver mi vida. No lo bueno o lo malo. Es mi vida. Es mi universo y como quiero vivirla. No es que sea la súper Dani. Al contrario. Hay gamas de colores. Yo elijo”.
“Aprendí a ver qué carencia tenía. Y era amor propio. Aprendí a quererme, a valorarme, a estar segura de lo que yo creo y del mundo que quiero crear. Y más que sanado, más que resuelto, más que todo, aceptando todo lo que he vivido en mi vida y agradeciendo esa relación porque sin esa relación yo no hubiera tenido la relación actual que tengo. Ahora tengo una relación sana, bonita, una relación maravillosa. Todo suma. No estoy para residuos ni para rellenar mi vida con cosas”.