«Lo dije una vez, ‘prefiero terminar con un noviazgo que después terminar con un matrimonio con hijos…'»: Kenita Larraín interrogada sobre la boda que canceló a las puertas del altar
“Durante todos esos años tan mediáticos, con matrimonio cancelado, con matrimonio express después, ¿cómo lo ves hoy? ¿Cómo crees que habría sido tomada esa historia hoy con respecto a ti? Yo siento, y hago mi propio mea culpa al respecto, que hoy día no sería lo mismo, hoy día ellos no se la llevarían pelada”.
Esta fue una de las preguntas que Francisca García-Huidobro le planteó a Kenita Larraín, hace tres semanas, en Francamente, espacio que Fran García-Huidobro transmite a través de las plataformas digitales de Canal 13.
La ingeniera comercial y numeróloga habló de episodios de su carrera, entre ellos su etapa de modelo y el piscinazo como reina del Festival de Viña.
Sobre los últimos dichos de su ex marido Marcelo Ríos afirmó: “Si estás sano del corazón, sueltas el pasado… En la medida en que tengo rabia, odio, resentimiento, no he soltado el pasado”, afirmó.
En su faceta de numeróloga anunció que “de aquí a fin de año van a pasar muchas cosas… Lo dicen los mayas, entramos al período de la tormenta azul”.
En tanto, esta fue su respuesta a la pregunta anunciada en un comienzo:
“Sí, hoy es distinto. Antes era un Chile que era mucho más machista. Siempre en las relaciones y discusiones, en todo eso, hay una responsabilidad compartida claramente, porque también uno elije a esa persona, también eres responsable.
“Ahora que he podido entrar a estudiar el inconsciente, tus programaciones, lo que tienes que sanar de la niñez que, en el fondo, cuando tú después vives una situación en el afuera eso es un reflejo del adentro. Por ejemplo, si tú en el hoy viviste un abandono, por ejemplo no me casé, anda a tu infancia y empieza a ver qué es lo que significa el abandono en mi niñez, en mi base. Y desde ahí uno empieza a trabajar”
García-Huidobro: “Pero tú no sabías eso en ese momento”
Kenita: “No, yo era un pollito, no tenía idea, no conocía nada. Y claro, sumado a lo que tú dices, que había mucho más crítica, el juzgar, y había una crueldad en farandulandia en el sentido de que muchas veces se daban muchas versiones sobre algo y muchas de esas versiones te hacían daño, había a veces falta de responsabilidad. Y claro, era la moda del momento, donde se quería saber de la vida de las otras personas, el último escándalo.
“Había esto típico de cargarle la mano más a la mujer que a los hombres. Eso es verdad. Y a mí me alegra, porque hoy las mujeres estamos mucho más empoderadas y sabemos que para mí, por lo menos, las mujeres, lo femenino y lo masculino es igualmente importante. Ambos tenemos emociones. También hemos cambiado desde el machismo. También hemos cambiado el hecho de que los hombres, si expresan emociones son más débiles, todas estas programaciones de los hombres.
“Oigan, somos seres humanos, tenemos días buenos, a veces tenemos días que estamos tristes porque nos ocurrió algo o le pasó algo a algún ser querido, y lo importante es gestionar bien las emociones. Por eso que desde ahí, a través de la numerología, también hago este taller para poder ser un aporte en la pandemia”
García-Huidobro: “Pero en esos años, sin el conocimiento y el bagaje, te lo voy a preguntar en buen castellano, ¿cómo nos ponías cara? Con la tranquilidad, con la paz, con la serenidad con la que te enfrentabas a cada uno de los programas de farándula que te tratábamos de poner contra la muralla porque queríamos saber la verdad a costilla de cualquier cosa”
Larraín: «Viví como varios momentos diferentes dentro de la farándula, porque en algunos momentos optaba por no hablar, porque decía que ‘si voy a ir igual van a dudar de lo que diga o me van a hacer pebre’, y decidía no hablar. Entonces el comentario era muchas veces ‘se está haciendo la interesante para que sigamos hablando’. Después hablabas y ‘quiere llamar la atención porque está hablando’.
“Al final lo que me enseñó a moverme en este mundo de farandulandia era que el gran aprendizaje es que tienes que ser tú y ser consecuente contigo. Porque cuando estabas en la dinámica de darles el gusto a los de afuera, ‘pero si dijeron que no hablara y hablé’. Pero a veces necesitaba más que la verdad para desenmascarar todas las mentiras que se hayan dicho. Era un círculo vicioso bastante complejo, doloroso”
García-Huidobro: “¿En ese momento tenías a alguien a quien preguntarle? ¿O en ese momento todas tus decisiones mediáticas las tomaste solas?”
Kenita: “La mayoría las tomé sola. Pero sí reconozco que muchas veces busqué apoyo. En algunos momentos mi mamá, mi papá; en otros momentos personas que yo busqué, por ejemplo, que regían en registros akáshicos, Andrés, un gran profe mío. Después empecé a estudiar. Después entré a reiki como paciente y entendí ciertas cosas. Y en Argentina me inicié en reiki.
“Así empezó este camino. ¿Pero sabes cuál fue mi gran conclusión? Que cuando uno no es uno y hace las cosas por los demás, por el qué dirán, es cuando uno se equivoca. Es el peor error de todos. Porque, por último, las veces que fuiste tú y consecuente contigo, aunque tengas a todo Chile en contra, fuiste consecuente contigo. Y de ahí te paras desde la certeza que eres tú y que, si los demás no lo entienden porque no viven tu vida y no están dentro de ti, es su tema, no tuyo. Duele igual.
“Eso me pasó en el momento que decidí no casarme. Fui consecuente conmigo en ese momento. Entonces dijeran lo que dijeran, y pusieron 800 mil versiones distintas, donde claro, algunas estaban cargadas para un lado y las otras para el otro, pero igual dolían. Y en ese sentido, lo que a mí me dio la fortaleza en ese minuto era estar consciente y saber que había tomado la decisión desde el corazón, no por hacerle caso a un tercero, porque había sido consecuente conmigo.
“Lo dije una vez en Vértigo. Dije ‘hoy prefiero terminar con un noviazgo que después terminar con un matrimonio con hijos y que va a ser mucho más doloroso’. Porque cuando uno se da cuenta que la cosa ya no va, por más que antes estuviste entusiasmada, pensaste que era la persona, bueno, a todos nos ha pasado alguna vez; el tema es que cuando te diste cuenta es ‘¿sigo con la fiesta y los invitados?’”.