Yann

Autor: Cristián Farías / 24 septiembre, 2020

Yann Yvin relató el asalto que sufrió en julio: “Tomaron un pequeño extintor del auto, esos chiquititos, y me golpearon la nariz… Pero lo peor es que esos awe… no sabían hacer partir el auto, porque es un auto moderno”

Yann Yvin fue entrevistado por Angélica Castro para el programa El Desayuno, emitido por revista Velvet en Instagram Live.

El chef francés comenzó la conversación relatando el asalto que sufrió en julio pasado, luego de acudir al dentista, cuando un grupo de delincuentes lo abordó en Vitacura, lo agredió con un extintor y le robó su auto. Días después, Yvin se fue a Francia.

El cocinero –que será parte del programa Oye al Chef de CHV– reveló cómo ocurrió todo. Relató los hechos, se refirió al intento de asalto que sufrió hace unos años, también en Chile, y contó la verdad tras su viaje a Francia:

Yann Yvin: “Fue en Vitacura. Fui al dentista, en plena pandemia, con mi máscara. Y bajando del dentista, después de tres horas de entrar a picar, llegué a mi auto y al momento de entrar, me meto en mi auto, pongo una pata dentro del auto, pongo mi poto en el asiento y, tratando de agarrar la puerta para cerrar el auto, ahí vinieron 4 tipos encima. Ahí sentí “no. Lo voy a pasar mal’.

“Negué nada. No traté de resistir, nada. ‘¿Quieren el auto? Ningún problema. No me voy a oponer. Van a tomar el auto y todo’. Pero, como estaba muy nervioso, obvio, era un ronbo, estaba súper nervioso. Eran cuatro y me decían ‘¡sal de ahí, weón, conchatumadre! ¡Sal de ahí! ¡Te vamos a matar!’. Yo dije ‘tranquilos, tranquilos, tranquilos’. Tomé mi tiempo. Dije ‘voy a recoger la llave de mi casa, mi celular’, ‘¡no, deja todo ahí!’. Y como estaba un poco lento, me empezaron a sacar a la fuerza.

“Y para dejarlo claro, tomaron un pequeño extintor del auto, esos chiquititos, y ¡pan!, me golpearon la nariz. La nariz, por supuesto, se estrelló en sangre, era una fuente de sangre por todos lados. Y claro, el extintor era gordito, entonces te duele toda la frente, los dientes y la nariz se rompió por supuesto.

“Bueno, ahí me quedé en la berma. Pero lo peor es que esos aweonaos no sabían hacer partir el auto, porque es un auto moderno, y había que poner el botón. Y me dijeron ‘¡ya, conchetumadre, regresa! ¡¿Cómo funciona esta weá?!’. Entonces, tuve que explicarles como irse con el auto.

“Y bueno, se fueron. Después llegó Paz Ciudadana, pero como 20 segundos después, por suerte. Me vio con la nariz así, la sangre por todos lados, sentado en la berma. ‘¿Todo bien?’, ‘no, me acaban de asaltar, el auto que está allá, al fondo. ¿Ves la luz atrás? Es mi auto. Me lo acaban de robar’. ‘Ya, ok. Voy atrás de ellos’. Bueno, nunca lo alcanzó, por supuesto, pero mientras tanto logró llamar a Carabineros y llegaron altiro, altiro, altiro.

“Después me llevaron a la clínica. Después PDI, como es asalto, viene la PDI. Si es robo, viene Carabineros. Hicieron un trabajo impecable. Muy bien recibido. Vino un abogado de la municipalidad de Vitacura para ver si necesita apoyo de salud mental. Fueron bien profesionales y amables.

“El shock, claro, era la segunda vez que me pasaba en Chile. La primera vez fue aún peor, porque fue con pistola y la máscara de La Casa de Papel. Fue hace un año atrás, aún peor, con cuatro gallos con pistoletas. Uno adelante, dos a los costados y uno atrás. Y te apuntan diciendo ‘sal de ahí, te vamos a matar. Me quedé en shock, blanco. Dije ‘chuta, me voy a morir ahí, un domingo, un fomingo, a las 9 de la noche, en la autopista, lejos de todo, como cualquier weón, como un perro vago, me van a matar por un puto auto.

“Del shock no encontraba el botón para abrir la puerta. Estaban tratando de abrir la puerta, golpeando por todos lados, y se cansaron. Bueno, duró un minuto, pero pasó el tiempo, se fueron y no me pasó nada.

“Hoy día debo reconocer que, después de la última vez, lo que pasó en julio, primero ando muy poco en auto. Voy menos por la ciudad. Cuando tengo que grabar el programa (de CHV), me vienen a buscar y listo. Pero si, miras para todos lados.

“Cada uno lo maneja a su pinta. Claro que cuando me pasó en julio, el día siguiente creo que teníamos previsto esto mismo contigo. Y dije ‘¿sabes? Pesqué mis cosas y me fui altiro’. Tomé el primer vuelo a Francia en la mañana siguiente, porque quería desconectarme. Además, hay que decirlo, la prensa fue muy encima de mío, me habían robado el celular, tampoco podía contestar, y me fui a Francia de chato. Tenía planeado ir de vacaciones, pero lo adelanté. Nunca dije que iba a abandonar Chile. Eso fue un fake news y punto.

“No soy un hombre de ir al sicólogo, pero debo reconocer que la salud mental es algo que dejamos siempre un poco de lado. Hice una charla con sicólogos por otro lado, la pandemia justamente, y me di cuenta que sí teníamos que cuidar nuestra salud mental, que es una enfermedad sin tabú. No tenemos que tener tabú por eso. Si te duele el brazo, también te puede doler el cerebro, pero lo síntomas no son evidentes. Entonces, es difícil.

“Yo trato de minimizar las cosas, por mi familia, mi madre, para no asustarlos. Dije ‘no pasó nada ya pasó’. Pero de verdad, por dentro, no lo logro medir, porque fue bastante recién. Yo sé que hablándolo ayuda y puede ayudar a los demás. Muchas veces el hablar de lo que siente uno ayuda”.