Glamorama
Eva Gómez en una imagen tomada de la pantalla de Bailando por un Sueño, en Canal 13, durante el otoño pasado.

Eva Gómez: «Sexo rondando los 50. No es llegar, dos cucharadas y a la papa… A esta edad uno dice ‘vamos tranquilito pero seguro’»

Autor: Fran Varela / 30 octubre, 2020

Eva Gómez se contactó con Carmen Gloria Arroyo a través de un en vivo de Instagram. El tema de conversación fue el sexo después de los 40 años.

La ex animadora del Festival de Viña y la conductora de Carmen Gloria a Tu Servicio se refirieron a los prejuicios en torno al tema, entregaron tips y compartieron experiencias:

Carmen Gloria Arroyo: “Sexo después de los 40, ¿por qué queremos hablar de este tema? Porque hay mucho prejuicio, sobre todo de los cabros jóvenes que te dicen vieja desde los 27 para arriba. Muchos tienden a pensar que con los años se va perdiendo la líbido y el apetito sexual”

Eva Gómez: “Al revés, uno después de los 40 es cuando empieza justamente a agarrar confianza, ya sabes lo que tienes, lo que es, lo que quieres sentir y lo que puedes ofrecer”

Arroyo: “Por un lado se pierde esa pasión desenfrenada que tenemos cuando somos muy pendejos. Te aplasta un poquito la rutina, las obligaciones, los hijos y el sexo no es tu primera prioridad como cuando tenías las hormonas rebotando por todos lados”

Gómez: “Hay dos etapas, porque después de los 40 todavía hay gente que tiene hijos relativamente pequeños, pero a los 60… Por eso cuando se encuentra después de la edad se mira, sabe lo que es y sabe lo que quiere sentir.

“Hay dos etapas, una es la crianza de los hijos, que es después de los 40 efectivamente y la sexualidad se pone un poquito difícil la pista. Y otra es cuando los hijos están más grandes y dices ‘ahora me toca’”

Arroyo: “Exacto. Y cuando llegas a esa etapa viene el punto de aceptarte, de madurar, de desprejuiciarse, porque uno debiera empezar a sentirse más seguro con uno mismo. Cuando se acepta más se siente menos prejuicioso y más libre, disfruta más”

Gómez: “Así es. Eso se da en la edad en que se consolida el crecimiento de los hijos y uno también se consolida como persona. Y dices ‘esto es lo que hay, esto es lo que soy, esto es lo que puedo entregar y decido disfrutarlo’, que es una decisión también”

Arroyo: “Uno también tiene que asumirlo como un rol de la vida. Yo lo estuve leyendo, los expertos dan ciertos tips y uno de las más importantes es desprejuiciarse, liberarte. Si alguien está contigo está contigo tal cual eres, con todos tus defectos, tus virtudes, tus cicatrices, con tu celulitis, con todo. Así te tiene que querer. Luz prendía y así”

Gómez: “Mi sexualidad de todas maneras mejoró. A mí me pasó que después de los 40, y te diría cuarenta y pico, empecé a decir ‘mish’, ahora pido y digo ‘mmm, para acá va la cosa, por acá no, más así…’ ¿No te pasó a ti?”

Arroyo: “Pero claro, porque uno se aprende a conocer más. A los 20 estás todavía experimentando, todavía son las primeras relaciones, primeras experiencias sexuales, entonces todavía no cachai mucho lo que te gusta, lo que no te gusta, tienes un poquito de miedo a explorar. En cambio ya más adulta hay camino recorrido y hay cosas que uno dice ‘no, definitivamente no’ y otras que dices ‘probemos’.

“Otro tip que daban los expertos era darse el tiempo para. Uno cuando se va poniendo más madurita no siempre quiere ese sexo a la rapidita, tampoco quiere decir que nunca, pero sí te gusta la cosa más romántica, más a media luz, ojalá te llenen la cama de rosas”

Gómez: “Más con previa”

Arroyo: “Claro, un buen traguito, con una previa bien larguita, como que les gusta la cosa más pausada”

Gómez: “Es porque estamos hablando sin hijos chicos, después de los 40, hijos de 14…”

Arroyo: “Estamos hablando de rondando los 50”

Gómez: “Rondando los 50, es verdad. Nos equivocamos en el nombre, es sexo rondando los 50, ese era el nombre. Ahí uno empieza a tomarse espacios que antes no pudo tener, entonces no es llegar, dos cucharadas y a la papa. Es llegar y que la copita, el coqueteo, que voy a entrar al baño y sales con algo lindo, que él te espera y te dice cosas lindas. Hay una previa bonita, uno cuando habla de sexualidad altiro lo asocia al coito”

Arroyo: “Y a veces es mucho más rico todo el preámbulo que…”

Gómez: “A eso iba. Uno interpreta sexo como coito y el sexo de repente no tiene porque terminar en coito. Pero es fantástico un montón de cosas, uno tiene 500 mil zonas erógenas que no necesariamente tienen que ver con la penetración y que son absolutamente notables, satisfactorias y placenteras. Desde un masaje con cremas que tú dices ‘que rico’, como que te va llevando una cosa a la otra y no necesariamente es ‘vamos, vamos’. Eso es más la locura de los 20. A esta edad uno dice ‘vamos tranquilito pero seguro’”.