“Partía haciendo aseo tomando vodka… Me tomaba una y media, dos botellas a veces»: el testimomio de Katherine Orellana
“Partía haciendo aseo tomando vodka. Iba a dejar al Facundo al jardín y después llegaba a la casa y me tomaba un vodka. Hacía el aseo, después lo iba a buscar. Así todo el día. Pero era una estabilidad de ebria”, cuenta Katherine Orellana.
La cantante de 34 años que se hizo conocida en la primera versión del programa de talentos de TVN Rojo, repasó su historia con el alcohol y la cocaína.
En 2017 en Primer Plano, Orellana profundizó por primera vez en su problema de adicción. «¡Tengo miedo a perderlo todo! ¡Ya perdí mi dignidad, lo único que me queda es mi frente en alto nomás!», dijo entonces.
Esa entrevista en el desaparecido programa de Chilevisión se realizó luego de que la intérprete de Ay, Ay, Ay había sido detenida en el hogar que compartía con su entonces pareja, quien la denunció por violencia intrafamiliar. Por esos días, además, se hizo viral un video de Orellana reclamando y gritando bajo el evidente efecto de alcohol y otras sustancias.
Ahora habló del mismo tema en el programa de Tú a Tú, en Canal 13:
Martín Cárcamo: “Tú probaste la cocaína. ¿Qué pasa ahí en tu vida? ¿La empezaste a probar regularmente o de repente, ocasionalmente? ¿Cómo fue?”
Katherine Orellana: “Primero fue ocasional, como pasa en el proceso de adicción. Pero en realidad la consumía para seguir tomando. No la consumía porque necesitara… Hay muchas personas que son cocainómanos que no consumen alcohol, o que consumen y tiene que estar ahí, pegándose. Yo no. Yo lo hacía para seguir chupando”
Cárcamo: “Ahí empieza el problema, ahí empieza la debacle. La carrera se empieza a ir para abajo y tú, por otro lado, empiezas a desequilibrarte”
Orellana: “A desequilibrarme jurando que la estaba haciendo bonita. Pero estaba haciendo dos cosas a la vez. Estaba trabajando y estaba consumiendo, durmiendo poco y siendo mamá”
Cárcamo: “¿Y cómo es un día? Porque lo encuentro bien caótico, pero al mismo tiempo funcionabas en el día a día, independiente de que iba a tener una fecha de vencimiento. ¿Cómo lo combinabas? ¿Cómo hacías eso?”
Orellana: “El Facundo (su hijo de siete años) andaba conmigo para todos lados. Yo andaba con una persona, que le pagaba a una nana que me ayudaba, y andaba conmigo y el Facundo. También tenía chofer porque a veces andaba encañada y no podía manejar. Tenía chofer y andaba para todos lados haciendo esa pega.
“Pero me pasó la cuenta cuando me cansé. Cuando el cuerpo se te cansa, me dejó cansada, agotada. Me vino una post depre de cansada”
Cárcamo: “De carretear”
Orellana: “De tanto”
Cárcamo: “¿Pero de qué carrete estamos hablando? Para entender. ¿Tomabas alcohol en la mañana?”
Orellana: “Partía haciendo aseo tomando vodka. Iba a dejar al Facundo al jardín y después llegaba a la casa y me tomaba un vodka. Hacía el aseo, después lo iba a buscar. Así todo el día. Pero era una estabilidad de ebria”
Cárcamo: “Estabas a medio filo”
Orellana: “Claro. Cuático. Y es como si estuvieras atrapada. Te das cuenta y no cachai cómo salir, pero en realidad no quieres salir”
Cárcamo: “Te tomabas un vodka en la mañana haciendo el aseo. Después otro vodka antes de almuerzo”
Orellana: “Claro. Mínimo me tomaba dos vodka al día”
Cárcamo: “¿Qué pasaba en la noche?”
Orellana: “En la noche ya estaba lista. Dormía”
Cárcamo: “Dormías porque te habías tomado una botella, media botella de vodka en el día”
Orellana: “No tomaba una. Me tomaba una y media, dos a veces. Es que ni siquiera sé…”
Cárcamo: “¿Dos botellas de vodka al día?”
Orellana: “Desproporcionado el alcohol que tomaba, sí, súper”
Cárcamo: “¿Cómo un cuerpo aguanta algo así?”
Orellana: “Yo no sé. Llegaba un minuto en que el problema mío fue el ego, netamente el ego, porque como perdí todo esto que era las luces, traté de alimentarlo de otra forma. Lo traté de alimentar de otra forma”
Cárcamo: “Eras muy famosa, con mucho trabajo y de repente se acaba todo de un día para otro y empezaste a matar esa ausencia”
Orellana: “Exacto, con el alcohol. Y cuando digo ‘ya no poh, si soy un número para la televisión. ¿Qué onda? ¿Cómo no me doy cuenta que esto es un trabajo?’”
Cárcamo: “¿Cómo eras como mamá cuando estabas alcoholizada?”
Orellana: “Es que no estaba nunca con mi hijo. Siempre se lo dejaba a mi mamá o a mi cuñada”
Cárcamo: “¿Cómo se oculta una cosa así? Porque seguías funcionando, pero tomando y consumiendo cocaína”
Orellana: “Es que eso es lo más peligroso que hay en las adicciones: ser funcional. Puedes estar en consumo pero ser funcional. Hay personas que pierden todo por el consumo porque no son funcionales. Hay gente que puede mantener, ¿pero cuánto les va a durar? Lo que me duró a mí: la nada misma.
“Uno puede funcionar pero no puede hacer ambas cosas porque te mata, te vas envenenando, te vas intoxicando, te vas llenado de prejuicio, mierda, de malos pensamientos, de morbo. Uno en consumo, tu mente te cambia toda la persona linda que eres o que tienes, y se va a la chucha porque empieza todo lo negativo tuyo, refuerza todo lo malo tuyo”
Cárcamo: “¿En qué minuto tocas fondo?”
Orellana: “Más que el minuto de tocar fondo, yo creo que mi vida entera va a ser así: tocar fondo para aprender”.