«Se murió de una manera fulminante. Me llama la hermana: ‘El Pato siempre te amó. Tú tienes que continuar ese proyecto…’»: la historia de amor tras el restaurante de Kathy Salosny
“Esto fue una casualidad en mi vida, romántica y dramática, de cómo llegué acá al restaurante. Esto no lo hice yo, esto lo hizo una ex pareja mía, el Pato Errázuriz», contó Kathy Salosny sobre Casa Tunquén, su restaurante en esa localidad costera donde tiene una casa hace años.
La animadora habló de diferentes episodios que han marcado su vida en el programa De Tú a Tú, en Canal 13, y esta es la historia de amor detrás de su emprendimiento gastronómico:
“El Pato Errázuriz era un tipo de mi colegio. Nos conocíamos del colegio, a mí siempre me encantó. El Pato estaba un año más arriba que yo. Bueno, el Pato se casó, tuvo sus hijos, su familia. Finalmente él se separa y ahí tuvimos la posibilidad de estar juntos un corto tiempo, pero maravilloso”
Martín Cárcamo, conductor del espacio: “Te encontraste con él después de…”
Kathy Salosny: “Ochocientos años. Claro”
Cárcamo: “¿Y se emparejaron? ¿Se pusieron a pololear?”
Salosny: “Claro, nos emparejamos, alcanzamos a estar como tres meses juntos. Finalmente, bueno, nos separamos, ‘no es el momento’, pero en buena, súper bien. Pasó el tiempo. Después supe que él estaba en pareja.
“Y ahí viene lo peor. El Pato se murió de una manera fulminante. Un cáncer al estómago que no da aviso, fue muy fulminante, fue una tragedia en todo sentido.
“Termina el funeral del Pato, todo eso, y a las dos semanas me llama la hermana mayor del Pato, la Carmen Errázuriz. Me dice ‘necesito hablar contigo porque te tengo un recado del Pato’. Ay, me acuerdo y es heavy.
“Y me empieza a hacer un relato muy heavy. ‘El Pato siempre te amó. El Pato siempre se arrepintió de haberse separado de ti, de no haber podido seguir con la relación, porque no tenía cosas resueltas en ese momento’. A mí me corrían las lágrimas”
Cárcamo: “Además tú sin saber que él estaba completamente enamorado de ti”
Salosny: “Y ahí la Carmen me dice ‘él estaba haciendo un restaurante en Tunquén’. ‘¿Dónde? Si nadie está enterado’, le digo. ‘Es que todavía no se inauguraba’. Faltaban como tres meses para que se inaugurara esto. ‘Casa Tunquén. Toma, aquí está la tarjeta y el teléfono del Gonzalo Álvarez. Tú tienes que llamarlo porque tú tienes que continuar ese proyecto’.
“Vinimos para acá y yo de acá miro mi casa. Y después, desde mi casa miro el restaurante. Y siempre estuvo esto. En fin, todas esas señales. ‘Yo me quedo acá y vamos con el proyecto’. Así partimos.
“Hay un cuadro que el Pato lo iba poniendo en sus restaurantes, sus locales. Ese cuadro fue parte del remate de cuando estuvimos ayudando al Pato por el tema de las lucas, mientras estuvo en la clínica, y ese cuadro se remató, lo remató una persona, y cuando supo que esto se había inaugurado lo vino a donar. Es un bote. Es súper sencillo»
Cárcamo: “Me llama la atención cómo una persona, con quien se conocieron en el colegio, estuvieron tres meses y deja este proyecto para que tú lo continúes. ¿Qué crees que pasó ahí? ¿Qué crees que los vinculó tanto?”
Salosny: “Nos llevábamos el descueve los dos, éramos súper parecidos, lo pasábamos muy bien juntos porque el Pato era muy entretenido, era un tipo que te sorprendía. Y él vivía acá, en Santiago, y de repente aparecía. Me decía ‘te tengo una sorpresa’ y me llevaba a un hotel. Te juro. Y nos quedábamos. Lindo. Salud por el Pato”.