Monserrat Alvarez y el sexo: «Hay veces que te gusta la florcita, el mensaje, no sé qué, y hay veces que quieres que la cosa sea más salvaje, que no sea romántico…»
«Lo predecible mata la cuestión, como la rutina, ya, voy al baño, me pongo pijama, me meto en la cama», afirmó Monserrat Alvarez este viernes en medio de una conversación con Julio César Rodríguez sobre sexualidad en Contigo en la Mañana.
En una de esos segmentos más relajados y confesionales los anfitriones del matinal de Chilevisión hablaron de sexo. Esto fue parte de la conversación:
Julio César Rodríguez: “Las sexólogas hablan mucho de esto y la voluntad es muy importante. En la radio tuve más de un año una columna con la Nerea de Ugarte, por eso yo aprendí esto. Yo soy un salvaje, nunca habría sabido nada.
«Un año estuve con ella ahí, ella me explicaba estas cosas, por ejemplo esto de regalar cositas, estimularse en el día, de conversarlo, de si tienes una situación que está más lenta. Bueno, no tan lenta, pero un poco más lenta de conversar y decir ‘oye, ¿qué nos pasa?’, de coquetear durante el día, de entusiasmarse y es entretenido”
Monserrat Álvarez: “Mi ley es que en la variedad está el gusto… No en la variedad de pareja (ríe)”
Rodríguez: “’¿Qué crema es esa?’, dije yo”
Álvarez: “No. Depende de los momentos de la vida. Pero finalmente lo predecible mata la cuestión, como la rutina, ya, voy al baño, me pongo pijama, me meto en la cama. Hay veces que te gusta la florcita, el mensaje, no sé qué, y hay veces que quieres que la cosa sea más salvaje, que no sea romántico.
“Uno tiene en uno mismo que buscar distintos registros sexuales para no ser siempre el mismo para el otro. Si finalmente uno es el que tiene que aportar al otro y no siempre esperar. Entonces uno tiene que buscar sus distintos registros sexuales para que el otro no se aburra y si el otro hace el esfuerzo igual la cosa puede.
“Porque cuando llevas siete o diez años con la misma persona te conoces mucho y ya sabes lo que va a hacer la relación sexual. Entonces eso también empieza a ser fome. Ahí la confianza es súper importante, porque a nosotros nos criaron que uno no puede decir demasiadas cosas.
“A mí me criaron bastante liberal, pero ya en la intimidad decir ‘me gusta esto, no me gusta lo otro’ hay una inhibición, por lo menos en mi generación. Pero uno tiene que decirlo y uno tiene que aprender con la pareja en qué momento decirlo, porque la sexualidad puede herir muchos sentimientos”.