«Tiré a mi mamá por la escalera, asesiné gente, secuestré niños, los envenené… O sea un nivel pasado 17 millones de cambios»: Ignacia Allamand recuerda Mujeres de Lujo
“Yo no sé cómo nos dejaban decirnos esas cosas que nos decíamos, era muy fuerte. Ahora veo las escenas y era como ‘maraca’, ‘puta’. ¿Cómo nos daban permiso? Está bien, eran otros tiempos. Hoy en día todo se funa, todo se crítica», reflexiona Ignacia Allamand sobre la teleserie Mujeres de Lujo, que Chilevisión exhibió en 2010.
La historia sobre escorts de lujo fue protagonizada por Fernanda Urrejola, Bárbara Ruiz-Tagle, Catalina Guerra, Marcela del Valle y Allamand, entre otros.
Esta última fue invitada al podcast Reyes del Drama, a un capítulo dedicado a la producción dramática para el horario nocturno.
Estas fueron parte de las palabras de Ignacia Allamand sobre Mujeres de Lujo:
“Yo lo pasé… Tiré a mi mamá por la escalera, maté a mi amiga en la tina con un secador, asesiné gente, me escapé en auto, secuestre niños, los envenené con veneno para ratas, o sea, un nivel pasado 17 millones de cambios. Increíble. Además trabajé con grandes amigas, la Fernanda Urrejola es una de mis mejores amigas y hacer de enemigas fue muy entretenido. Lo pasamos muy bien.
“Yo amo el set, si tú me dices ‘¿qué prefieres, estar un día entero paseando por Londres o estar en el set?’, yo siempre voy a elegir el set. Me encanta. Me encanta trabajar. Me encanta lo que hago. Y cuando se juntan buenas historias con buenos grupos de trabajo, y cuando más encima los personajes permiten llevar niveles de creatividad que son tan libres, es imposible que como actriz no lo disfrute.
“Yo no sé cómo nos dejaban decirnos esas cosas que nos decíamos, era muy fuerte. Yo ahora veo las escenas y era como ‘maraca’, ‘puta’. ¿Cómo nos daban permiso? Está bien, eran otros tiempos. Hoy en día todo se funa, todo se crítica, quieren olvidar la historia porque los personajes son de una manera u otra.
“Las generaciones nuevas ven las cosas de otra manera, pero hubo que haber pasado por eso para llegar a este nivel de conciencia. Hubo que haber visto eso. Hubo que haber sido espectador, testigo de una forma de hacer las cosas para que hoy día tengamos la conciencia de que ya no se pueden hacer así, de que ya no se puede hablar así, de que ya no se puede sexualizar así. Pero hubo que haber pasado por ese proceso y eso también lo valoro”
Entrevistador: “Esta historia hablaba de este grupo de escorts de la alta sociedad, la prostitución que se visibiliza más como burguesa, más que la prostitución de la calle, de las mujeres que son golpeadas. Me imagino que tú en ese momento igual te hacías la crítica”
Allamand: “Como te digo, era una ficción total, no quiero decir que es una apología a la prostitución, porque también se mostraba que ellas sufrían mucho, pero obviamente estamos a años luz. Pero las trataban mal, les pegaban y las secuestraban.
“O sea, el personaje de la Fernanda era una esclava, claro, rodeada de lujos, pero era una esclava, ella no tenía la libertad para dejar de hacer lo que hacía. Finalmente pasa mucho eso también, que se hace una apología a la prostitución de lujo, cuando no debe llegar ni siquiera al 1% de la prostitución a nivel mundial”
Entrevistador: “Con tu personaje también había ciertas libertades, con el productor se conversan ciertas cosas para aportarle al personaje”
Allamand: “Nos matábamos de la risa, es que es lo que te digo, era otra época, entonces hacer esta mala-mala… O sea, yo ahora veo las escenas, cuando le estoy echando veneno para ratas a la leche de Moisés y son como tres cucharadas de veneno en un vaso chico. Entonces no estábamos jugando al realismo. Nosotros no estábamos haciendo una teleserie que queríamos que fuera 100% creíble.
“Era una ficción, era una fantasía. Sí había una intención súper grande de ser transgresores. Era una época donde las teleseries nocturnas buscaban tratar temas de adultos en un país que fue muy cartucho durante mucho tiempo a nivel de temas.
“Hoy día la televisión de nuevo cuida esos espacios, cosa que a mí me parece que está bien. Fue un momento muy diferente de la televisión porque además había una competencia de quién mostraba más pechuga. Tenía que ver con eso, lo que hacía de nocturna la teleserie tenía más que ver con mostrar pechugas que con los temas que se abordaban.
“Pero para nosotras como actrices fue muy entretenido. Hasta el día de hoy mucha gente la ve, pero hay que guardar las proporciones de que es una teleserie del 2009. Han pasado diez años y en esos diez años han pasado muchas cosas y el mundo es muy distinto. El feminismo es un movimiento que se ha tomado el poder por fin. Y creo que mirarla con los ojos de hoy puede ser muy conflictuante, pero en ese momento nosotros queríamos entretener, provocar y se logró”.