Glamorama
Beto Cuevas en una imagen tomada de la pantalla de Pecados Digitales, en Mega.

«Estuve en Tinder un tiempo. Me salió una gringa loca. Nos dimos unos besos y me empuja y me pega una cachetada en la cara. Vi estrellas…», relata Beto Cuevas

Autor: Equipo Glamorama / 5 octubre, 2021

“¿Has salido con alguien, algún pinchazo, touch and go, una cosa loca por Instagram? ¿Algún contacto que se hizo a través de Instagram?”, le preguntó Javiera Contador a Beto Cuevas en Pecados Digitales.

El músico de 54 años estuvo en el estelar de Mega junto a Chiqui Aguayo, Antonella Ríos y José Antonio Raffo.

El espacio se centra en el celular de cada invitado y temas y dinámicas relacionadas con las redes sociales, aplicaciones y contenidos web.

Esta fue la historia que el rostro del grupo La Ley relató tras la consulta de la animadora del programa:

«Sí, he salido. Evidentemente que tienes que conocer a la persona. Lo primero es el contacto. Luego, si te gusta la persona, te metes a su Instagram. Lo que pasa es que yo no siempre sigo a todo el mundo. Muchas veces los tienen en privado. Entonces tienes que pasar por esa barrera.

“Pero una vez que sales de Instagram, yo siempre sugiero, y hago la invitación a WhatsApp, a que tenga cámara en vivo para poderse hablar. Porque muchas veces hablas con personas que dicen ser lo que son, y no lo son. Y las que mienten, por lo general, dicen que ‘la cámara está mala’, y sé que es chiva”

Contador: “Entonces, tu Instagram es como un Tinder”

Cuevas: “O sea, no es solo para eso. Pero sí puede ser, porque de repente conoces gente de esa manera”

Antonella Ríos: “Le dicen ‘Tindergram’”

Cuevas: “De hecho, te expone menos que Tinder, sobre todo si eres famoso. Pero yo una vez estuve en Tinder durante un tiempo, pero lo abrí en Estados Unidos”

Contador: “¡Estuviste en Tinder! Estás ahí, pah, pah, pah, y Beto Cuevas”

Cuevas: “Pero no era Beto Cuevas”

Chiqui Aguayo: “Yo no creería. Diría ‘este no es’”

Cuevas: “Eso es lo que pensaba todo el mundo. Pero si te gusta alguien, tú le dices ‘te lo puedo demostrar…’” (risas)

Ríos: “‘Dame tu teléfono y abramos la cámara’”

Contador: “¿Y has conocido gente? ¿O te ha salido alguien? No sé, porque todos en la vida…”

Cuevas: “Me salió una chica en Estados Unidos, una gringa loca. Me gustaba. Salimos a comer algo y después fuimos a mi loft a tomar algo. Qué loco que cuente esto, nunca pensé que lo iba a contar. Empezamos, como dirían en México, a cachondear. Nos dimos unos besitos.

«Pero te juro que el primer minuto nos dimos unos besos y de repente me empuja y me pega una cachetada en la cara. Me tocó el nervio óptico y vi una luz azul como en los monitos animados. Vi estrellas. Y eso no lo acepté para nada, porque me pareció… No creo en la violencia y jamás le pegaría a una mujer, pero tampoco que una mujer me pegue a mí.

“Y como vi estrellas y me dio tanta rabia, le dije con mucho control ‘por favor, te voy a pedir que tomes tus cosas y te retires’. ‘No, pero no lo tomes así…’ ‘Por favor…’ Abrí la puerta y nunca más supe de ella”

Contador: “¿Y era como una cosa erótica? Como ¿peguémonos?”

Cuevas: “No quería hablar porque estaba enojado. Pero pienso que pueden haber sido dos posibilidades. Una, juego medio erótico, que quería que yo también me pusiera violento, que eso es muy peligroso, porque entras en ese juego y dejas marcas, y te puede demandar y te metes en problemas. Dije ‘no, chao’. Por último, pregúntame si me gusta jugar así. Pero ella me sorprendió y me tocó”

Contador: “¿Y la segunda posibilidad? Un mosquito”

Cuevas: “Una era que le gustara eso. Y la otra es que quería una excusa para ser violentada y demandar. Siempre es un riesgo conocer a alguien”.

Contador: “Y entre todo eso, ¿te llegan muchas fotos de nudes, desnudos?”

Cuevas: “A veces”

Contador: “¿Te gusta, te incomoda?”

Cuevas: “Depende. No me gusta a primeras, porque en general con una mujer… Y me llegan de repente chicas muy guapas que te mandan fotos más que eróticas, inmediatamente dudo que sea la persona”.