Glamorama
Kathy Orellana en una imagen tomada de la pantalla de Pero Con Respeto, en Chilevisión.

«La gente ve en mí que soy auténtica. Ha visto mis caídas, levantadas, mis sacadas de chu… con mi ex pareja», expresó Kathy Orellana

Autor: Equipo Glamorama / 18 noviembre, 2021

“Yo siempre me he sentido querida. Sigo siendo igual. En todos lados soy igual. Cuando estaba en Rojo y tenía el micrófono los coordinadores de piso decían ‘¿qué va a decir la Kathy?’. Estaban todos asustados por lo que decía», comenzó comentando Kathy Orellana, hace un mes, en un capítulo de Pero Con Respeto.

La cantante de 35 años que se hizo conocida en Rojo, TVN, y hoy participa en El Discípulo del Chef, reflexionó sobre su presente, cómo ha superado dificultades y cómo cree que la ve el púbico.

Así continuaron sus palabras en el late conducido por Julio César Rodríguez en Chilevisión:

“La gente ve en mí que soy auténtica. No trato de imitar. La gente ha visto mis caídas, procesos, levantadas, mis lloradas, mis sacadas de chucha con mi ex pareja. Yo no tengo nada que ocultar. Soy así. Si me tengo que caer, me voy a caer y me voy a parar. La vida está llena de problemas. Dependiendo de la actitud para enfrentar esos problemas marca la diferencia.

“La gente me encuentra resiliente. Soy una persona resiliente. Ve la gente, a lo mejor, inspiración en mí. Tengo muchísimas seguidoras que tienen problemas de alcohol, de drogas, que me piden ayuda y consejos.

“A los 15 comencé a trabajar despegando choclos. Iba a los potreros a despegar la espiga del choclo para el maíz. Mi papá no me dejaba ir a trabajar porque decía que estaba muy chica. Pero yo quería trabajar, tener mi plata. Siempre fui bien independiente.

“Todo lo que me ha pasado tenía que pasarme. El empoderamiento de mi vida viene ahora, con la pandemia, porque me vi en circunstancias que no tenía.

«El canto y mi personalidad en televisión ya no estaban. Ya no podía hacer nada con respecto a ello y ganar dinero con ello. Entonces tuve que renovar, buscar ideas. Imagínate: sin pega, con un hijo, viviendo en la casa de mi mamá, todo mal. Dije ‘este es el momento. Si no me paro ahora, no me voy a parar ni cagando nunca más. Siempre voy a estar cojeando.

“Estaba consumiendo este producto, todas las niñas me preguntaban qué consumía yo para adelgazar. Nunca me interesó ofrecerlo. Y dije ‘¿por qué no lo vendo?’. Y comencé a venderlo y me comenzó a interesar este asunto de las hierbas. Dije ‘este es mi centro, esta es mi entrada segura a mi vida. Aquí me tengo que dedicar. Y la comunicación y el canto tiene que ser un hobbie’.

“Estoy estudiando fitoterapia en este momento. Y mi meta, si Dios quiere, es sacar mi farmacia homeopática y tener mi consulta médica de medicina alternativa. Al ser gorda, haber pasado problemas de drogas, de alcohol, enfermedades, me hizo construirme para poder yo dar de mi parte, mi testimonio, de cómo salí del consumo, qué hago y qué me funciona.

“Todo lo que hago es porque lo he hecho y me ha funcionado. Ante eso me siento estable, porque en las comunicaciones, si bien me siento muy querida, pero siempre me sentí inestable.

“Y la música, gracias a Dios porque estoy ganando más, porque tengo estabilidad económica, y antes no tenía estabilidad económica, porque salían las pegas así. Y soy desordenada con las lucas. Al final te pagaban para pagar. Nunca podía juntar plata. Y ahora que tengo mi colchón de dinero, el capital de la pega, y el capital para la casa, para pagar las cuentas, y el capital ahora para mi música».