«Me lo tomé en serio. Pero era una locura. A mí la gente no me conoce. En la calle la mitad cree que soy Guarello…», dice Nicolás Larraín sobre su pre candidatura presidencial en 2017
“¿Cómo te tomaste la candidatura de Nicolás para la presidencia?”, le preguntó Sonia Fried a Sonia de Toro en un capítulo especial de La Divina Comida con madres e hijos.
En el episodio del programa de cocina de Chilevisión participaron Fried con su hijo Stefano Massú, de Toro con Nicolás Larraín y Claudia Pérez con Daniela Muñoz.
Así continuó la conversación sobre la precandidatura a las elecciones presidenciales de 2017 que lanzó Nicolás Larraín y que bajó seis meses después:
Sonia de Toro: “Yo lo apoyé, pero yo sabía que se iba a bajar, que es muy difícil, habría que haber tenido mucha plata para poder pagar una campaña”
Claudia Pérez: “¿Por qué ibas?”
Stefano Massú: “¿Qué te pasó?”
Nicolás Larraín: “Me encantaba la política y hacía un late donde invitaba a Marco Enríquez-Ominami. Yo lo escuchaba hablar y mientras hablaba empecé a ver una fisura en la comunicación. La fisura es la siguiente: los candidatos políticos anteponen su ideología al país.
“Yo admiraba a Marco, a pesar de que era de derecha, yo lo seguía, voté por él y todo. Entonces ahí casi en estado inconsciente, escuchando a Marco rumbo a la candidatura, yo dije ‘yo podría hacer esta pega bien desde el punto de vista comunicacional. Ahí hay una oportunidad’.
“Pero me moría de vergüenza decirlo y no lo dije. Hasta que leí la columna de una gallo que explicaba por qué iba a salir Donald Trump, dice ‘Donal Trump va a salir por esto, por esto’ y el último factor era Jesse Ventura.
“Yo veo quién es Jesse Ventura y era un comunicador de radio, luchador de lucha libre, que en Minnesota, el estado más inteligente de Estados Unidos, había ganado para gobernador porque la gente estaba aburrida del sistema.
“Yo vuelvo de comerciales y digo ‘¿saben qué? ¿Y si me tiro yo?’. Y hago un tweet: ‘Piñera, Guillier’, que estaban todos en 16%, ‘y Larraín’. Y me dieron 300 votos a mí, 150 a Piñera y 150 a Guillier, que era bastante obvio, son todos seguidores míos. Pero que hayan participado 300 personas fue lo que dije ‘yo me tiro’.
“En esa época llevaba seis años haciendo un programa de innovación y con puros proyectos que me decían ‘no, en el Estado no se puede’ y dije ‘yo voy a ser vocero de estos gallos’.
“Estuve ocho meses metido. No cachaba nada, en el sentido de que hay que tener plata, había que pagarle a los notarios para que te sacaran las firmas… O sea, las barreras de ingreso eran de locos.
“Y yo sabía que era muy difícil, pero dije ‘si va Larraín en la papeleta con un proyecto basado en la innovación, les voy a hinchar las… Voy a molestar un poco’. Todos los periodistas la misma pregunta ‘¿esto es chocota o no?’. Y yo ‘no’.
“Me lo tomé en serio. Traté. Pero era una locura. A mí la gente no me conoce. A mí la gente en la calle la mitad cree que soy Guarello. No cachan”.
Luego, en la entrevista personal, agregó: “No, descartado. Yo creo que fue una locura de una época y me pegué en la cabeza. Y esta pandemia me ha servido para definir qué es lo que hago yo. Y yo hago esto, desordeno contenido. Están hablando y decir alguna imbecilidad cada dos minutos”.
