«Me preguntan ‘¿qué harías si no te apoyara el Estado?’. Y dije ‘hablaría con Farkas, jajá’, como broma. Salgo y me llamó un representante de Farkas…», recuerda Tomás González
«Le conté un poco mi historia, que a futuro quería poner una escuela. Y me dijo ‘¿qué necesitas’», recordó Tomás González sobre el primer encuentro que tuvo con Leonardo Farkas, quien en 2009 le brindó ayuda económica para el desarrollo de su carrera y proyectos deportivos en Chile.
El mejor gimnasta de país, medallista y emprendedor participó en el último capítulo de La Divina Comida exhibido por Chilevisión junto a Grimanesa Jiménez, Lucila Vit y Eduardo Paxeco.
Este fue el relato de González sobre el empresario:
Tomás González: “Entré a Agronomía y no estaba entrenando. Y supe que iban a hacer una copa del mundo en La Serena. Y dije ‘me preparo, si estoy acá en Chile y hay que aprovechar’. Me fue bien. Medalla.
“Conseguí financiamiento para la copa. Y ahí dije ‘chao universidad por ahora’ y empecé a entrenar. Pero seguí sin entrenador y me costó mantenerme. Hasta el 2007 que comencé con un ex gimnasta cubano. Y también me costó conseguir financiamiento y todo.
“Pero al final mi presión era que igual tenía que traer una medalla, porque lo poco que tenía de apoyo no lo iba a tener. Tenía que salir y volver con medalla.
“El año 2009 fue como cómico, porque la federación históricamente no ha funcionado muy bien. Entonces, no me habían inscrito a una copa. Traigo medalla. Logré competir porque el presidente del Comité Olímpico se movió. Y vuelvo a Chile y me preguntan ‘¿qué harías si no te apoyara el Estado en este minuto?’.
“Y me quedé pensando en las tallas que me decían mis amigos: ‘Anda a hablar con Farkas, jajajá’. Y dije ‘hablaría con Farkas, jajajá’. Entonces, lo tiré como una broma.
“Y salgo del punto de prensa y me llaman. Me llamó un representante de Leonardo Farkas. ‘Leonardo quiere reunirse contigo, tal día a tal hora, ¿puedes en tal parte?’. Fui y era verdad.
“Increíble. Le conté un poco mi historia, que a futuro quería poner una escuela. Y me dijo ‘¿qué necesitas’. ‘Lo único que necesito ahora son los aparatos donde compito después’, porque entrenaba en unos aparatos terribles. ‘¿Deposito a dónde?’. Fue así y no lo podía creer.
“Llego a mi casa y empiezan las llamadas del organismo estatal a cargo del apoyo del deporte. Que diga que ‘no’, ‘que no lo acepte’, porque al final quedó en evidencia el poco apoyo que había por parte del Estado al deporte de alto rendimiento. Y fueron a mi casa como para convencerme”
Grimanesa Jiménez: “Como para amenazar”
González: “No, pero lo sugirieron. Hasta que mi mamá estaba ahí y dijo ‘no le puedo decir a mi hijo que diga que no. Es la oportunidad de su vida, es el minuto. Lo siento’. Finalmente acepté. Y desde el organismo estatal compraron lo mismo que encargué yo después de mil años licitando. Y lo pidieron para no quedar tan mal públicamente”.
