Glamorama
Sergio Lagos y Nicole en su matrimonio, en noviembre de 2011. FOTO: AGENCIA UNO

«¿Cómo comienza realmente mi historia con mi mujer? No fue con mi mujer. Fue con un hombre. Un tipo feo, pero simpático…», relata Sergio Lagos

Autor: Equipo Glamorama / 2 enero, 2022

“¿Cómo comienza realmente mi historia con mi mujer? No fue con mi mujer. Fue con un hombre. Un tipo simpático, feo, pero simpático. estábamos conversando, un gran amigo, él weón me estaba hablando y me dice ‘voy a traer a Nicole a tocar a Chile’».

De esta manera parte el relato de Sergio Lagos sobre su historia de amor con Nicole, la cantante con quien se casó hace una década y son padres de dos hijos.

El animador estuvo en Los 5 Mandamientos junto a Angélica Castro y así continuaron sus palabras:

“Y yo cuando lo veo me pasó una cosa, una certeza, como si me hubiese atravesado un rayo, y le digo ‘si eso es así, ella va a ser mi mujer, la mamá de mis hijos y vamos a ser una familia’”

Angélica Castro: “¿Siempre estuviste enamorado de ella?”

Sergio Lagos: “No. En ese minuto yo lo supe. Finalmente mi amigo logra traer a Nicole a tocar y a presentar su disco, pero yo no podía ir al aeropuerto y decirle ‘hola Nicole, yo voy a ser tu marido’. Tenía que hacer toda una investigación, cómo estaba ella, cuál era su estado emocional, en fin.

“Avanzan los días, ella hace su presentación, a la cual nos invita a cantar, nosotros habíamos grabado una canción con ella, y terminado el concierto yo le digo ‘juntémonos’. Nos juntamos, comenzaron a ocurrir una que otra cosa y de pronto yo escucho que ella debe viajar a Buenos Aires.

“La llamo al día siguiente y le digo ‘me regalaron dos pasajes, una empresa de computadores quiere que vaya a una charla. Iba a ir con mi hermano pero él no puede ir, ¿por qué no me acompañas y tú haces tus cosas?’. Era todo una mentira, tenía todo planeado, el hotel reservado.

“Parto a buscarla a un concierto que ella daba en Santiago. Cuando ella estaba en la van con sus músicos aparezco yo, la rescato y me la llevo a su casa. Cuando vamos a su casa le iba comentando que la iba dejar en sus aposentos y que iba a regresar a eso de la seis de la mañana para que nos fuéramos a Buenos Aires.

“Y en ese intertanto me dice ‘oye, qué bueno lo de Buenos Aires, pero yo me voy a ir a la casa de unos amigos’. Yo tragué dolor y le dije ‘está bien, no te preocupes’. Corte. Nos vamos a Buenos Aires, llegaron los amigos, se la llevaron, yo me quedé solo en la pieza del hotel, abandonado. Me toqué un poquito pero fue fome.

“Ya al tercer día en Buenos Aires yo quería hablar de política, no quería saber más de esto, esto fracasó, friendzone. Y yo enojado, sentido, porque había hecho todo el itinerario, había armado toda una escena.

“Corte. Nos subimos al avión, seguía enojado, en esa época se podía pedir whisky, pedí un un whisky, me tomo el whisky, la miro, ella me mira y ahí me hizo volar, porque ahí partió nuestra historia, sobre la Cordillera de Los Andes”.