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Myriam Hernández en una imagen tomada de la pantalla de Sigamos de Largo, Canal 13, en 2020.

«Fui vieja chica… Ahora soy vieja rica», bromea Myriam Hernández

Autor: Equipo Glamorama / 26 enero, 2022

«Soy como vieja chica… ¡Vieja chica, la patúa! No. Fui vieja chica. Ahora soy vieja rica”, bromeó Myriam Hernández en Socios de la Parrilla.

La cantante de 56 años estuvo invitada al programa de Canal 13 conducido por Pancho Saavadra, Jorge Zabaleta y Pedro Ruminot.

En el ambiente relajado y lúdico del espacio, realizaron la siguiente reflexión sobre el paso de los años:

Jorge Zabaleta: “A mí me pasó cuando pasé los 50, ‘quiero hacer lo que yo quiero y estar con la gente que quiero estar’. Pero también había una reflexión acerca de la juventud que se va. Eso me golpeó súper fuerte. Uno es joven y eso ya es un valor. Y de repente uno se da cuenta que eso ya no es así. ¿Te pasó algo parecido?”

Myriam Hernández: “Hartos años atrás empecé a pensar así. Yo tengo un miedo, un pavor, a la muerte. Es un tema y al margen de que yo creo mucho en Dios, le tengo miedo, le tengo miedo a lo desconocido. Debiera pensar distinto, pero sí, le tengo miedo.

“Le tengo pavor a la muerte de los míos también. He vivido muertes de familia y es en ese momento cuando estoy viendo que ya se acabó su vida, que ya no hay respiro y que ya no voy a volver a ver más a esa persona, es donde más empiezo a reflexionar que hay que respirar, cerrar los ojos y agradecer.

“Yo a mis hijos los aburro, porque todos los días ‘hola mi amor, ¿cómo está mi precioso, mi chiquitito?’. Tiene 27 años el mayor. ‘Ya mamá’. ‘No, mi niño’, y le pego una palmada en el poto. A mi mamá la amo, le doy besos en la boca, una vez al mes me meto en la cama con ellos al medio, para que ellos me sientan como la niñita que tenían.

“No hay fotos mías de artista en mi casa, me refiero a fotos mías cantando, y nunca las hubo. Es la mamá. Y eso también quería transmitirles a los niños. De hecho, a ellos les da mucha vergüenza. Cuando entraron a la universidad no querían que supieran que eran hijos míos, porque para ellos soy la mamá.

“Se sienten orgullosos de lo que hago, pero soy la mamá y ojalá que nadie sepa. Así que siempre estoy reflexionando frente a eso. Soy como vieja chica… ¡Vieja chica, la patúa! No. Fui vieja chica. Ahora soy vieja rica”.