«La pega me da lo mismo, porque tengo dos manos, dos piernas. Pero que se te enferme un hijo es muy heavy…», comenta Viñuela sobre situación que vivió con su hija en 2021
“Fue súper fuerte, porque el 2021 fue un año durísimo en todo sentido. Pero la pega me da lo mismo, porque tengo dos manos, dos piernas, no le hago asco a la pega en nada. Pero que se te enferme un hijo yo encuentro que es muy heavy», partió contando José Miguel Viñuela sobre el momento de salud que pasó con su hija menor.
En septiembre de 2021 Elisa, la hija del conductor, entonces de ocho meses, fue afectada por virus sincicial.
Ahora el animador reflexionó sobre lo sucedido. Lo hizo en un capítulo de Socios de la Parrilla, que Canal 13 emitió esta semana. Así continuaron sus palabras:
“Y me dio mucha pena ver como lo que te contaban en cuentos, cuando te dicen que las guaguas de repente respiran para dentro y se les hunde la guata y todo. Empezamos a cachar que el doctor nos decía que si no saturaba a un cierto porcentaje, la teníamos que llevar a la clínica.
“La llevamos a la clínica, de repente llega un minuto en que no saturaba bien y nos dicen ‘bueno, si con más oxígeno no satura bien, le vamos a poner un ventilador mecánico’. Ahí me urgí heavy. Porque uno ve una guagua tan chica y uno se siente súper vulnerable, porque uno no puede hacer nada.
“Estuvimos al borde. Pero gracias a Dios y afortunadamente esa noche empezó a evolucionar mejor, de a poquitito. Hasta el día de hoy, han pasado varios meses, y todavía le queda un poquitito de carraspera. Ella tuvo un sincicial muy fuerte, pero gracias a Dios salimos.
“Y ahí sentí muy fuerte el cariño. Y ahí uno conoce al chileno. Porque uno tiene momentos negros en que el chileno te hace mierda, y de repente tienes momentos donde el chileno te dice ‘te conozco, sé cómo eres, veo a tu familia y me encanta’. Se dan vuelta las cosas y el chileno te tira buena vibra y todo el mundo reza.
“Es curioso, pero mi vida, si te la tengo que resumir, voy siempre pa’ arriba y pa’ abajo, no tengo término medio. Por eso hoy día estoy armando unas charlas que se llaman ‘la vida en blanco y negro’, que me gustaría contar la experiencia, porque nunca he tenido término medio.
“No sé si ustedes han conocido personas donde su vida es súper pareja, no les pasa nunca nada y viven normal. Yo vivo a mil o a uno, siempre, no tengo término medio y no sé por qué. Hay una cuestión del más allá, no tengo idea. Pero igual lo agradezco, porque creo que son los golpes los que te hacen aterrizar”.