«A mi hijo Matías lo conocí a los cinco años y tuve que hacerme una prueba de ADN… Estoy muy orgulloso de él», expresa Mario Velasco
«A mi hijo Matías lo conocí a los cinco años y tuve que hacerme una prueba de ADN. Entonces me siento un poco identificado con la historia que contó Coco Legrand. Ahora tiene 24, pero en ese entonces era un niño», comentó Mario Velasco en Zona de Estrellas.
El animador del espacio del canal cable Zona Latina relató su historia en medio de una conversación sobre Coco Legrand, quien dijo que hace dos años conoció a su hija mayor, Viviana, y que confirmó y asumió su paternidad tras una prueba de ADN.
Así continuaron las palabras de Velasco, quien también tiene una hija de diez años:
“Yo a lo mejor logré recuperar en parte tiempo perdido. Agradezco mucho a la familia de él, por el lado de su mamá, de haberme ayudado en eso y de no haberlo contaminado. Porque uno puede sentir las cosas y traspasarle a los niños información o sentimientos que ellos absorben y los canalizan de una manera que uno no quisiera para con uno.
“En ese sentido, siempre le he dado públicamente las gracias a la madre de mi hijo, a Joana. Tenemos una relación bastante linda. Si bien él vive en La Serena, y no estamos todo lo que quisiésemos estar, estoy muy orgulloso de él, de lo que es como ser humano, como persona, profesional.
“Tratamos de aprovechar siempre mis vacaciones, que voy allá, o él viene a verme a Santiago, también en una relación con la Julieta (su hija).
“Y bueno, en su momento hubo que hacerse un ADN.
“Le agradezco a Dios porque las cosas más lindas que tengo hoy son mis hijos. Lo más importante para mí son mis hijos. Qué rico haber tenido el apoyo, porque aunque hayan pasado cinco años, seguía siendo chico.
“Y cuando vino así medio de sopetón, el haber tenido el apoyo por parte de mi familia, mis amigos, de decir que hay que ponerle el pecho a la situación, porque probablemente te vas a encontrar con algo muy lindo en tu vida.
“Yo tenía polola y no tenía trabajo en ese tiempo. Estaba estudiando. Había ciertos miedos para enfrentar la paternidad, que eran válidos del momento. Pero con el apoyo de mi familia, lo asumo y comienzo a construir esta relación con él que le doy gracias a Dios de haberlo hecho de esa manera, porque es un gran regalo para mí.
“No puedo ser más feliz que siendo su papá. No me puedo sentir más orgulloso de ser su papá”.