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Claudia Miranda en una imagen de su matrimonio con Omar Costella que comparte en su Instagram @mirandaclau5678

«Le dije ‘olvídate de mí. No te puedo esperar un año’. Y me fui llorando…», relata Claudia Miranda sobre sus inicios con Omar Costella, con quien cumplió 23 años de matrimonio

Autor: Equipo Glamorama / 1 mayo, 2022

“Omar apareció en el año ’96. Yo en esa época, en el año ’94, puse mi academia de baile. Tenía mi socio. Y un día estábamos en la oficina, viendo las revistas, esas típicas revistas de modelos, y veo a un modelo. Y le digo al Nano ‘yo con ese me voy a casar’. Pero uno lo dice en broma. Pero me encantó».

De esta manera partió el relato que Claudia Miranda realizó en La Divina Comida sobre su historia de amor con Omar Costella.

La bailarina de 53 años que se hizo conocida en los años ’80 en TVN, y el modelo argentino radicado en Chile que trabajó en publicidad y espacios televisivos, llevan 23 años casados y tienen dos hijos.

Miranda estuvo en el último capítulo del programa de cocina junto a Nataly Chilet, Fabricio Vasconcellos y Yuhui Lee.

En la cena que preparó en su casa contó los inicios con su esposo, quien también participó un momento en la conversación:

Claudia Miranda continuó el relato ya enunciado al inicio de esta crónica: “Después nos cruzamos en un par de eventos, tanto de él y mío, nos miramos, nos miramos así como ‘oye, hola…’”

Omar Costella: “Decía ‘si en algún momento se da’”

Miranda: “Y el momento fue en la Oz (famosa discoteca de los años ’90 en el Barrio Bellavista). Y lo veo llegar y digo ‘ahí está’. Y yo, obvio, haciéndome la que no estoy, como ‘hola’, para que me viera.

«Hasta que me vio, se acercó a mí y estuvimos tres semanas a full enamorados. Dije ‘aquí encontré el amor de mi vida’. Obvio que él encontró al amor de su vida”

Costella: “¡Obvio! Pero el único problema era que yo me iba de viaje. Me iba a Europa”

Miranda: “Se iba a trabajar. Me dijo a las dos semanas y media”

Costella: “Una semana antes de irme”

Miranda: “Yo casi me muero. Dije ‘no. Aquí olvídate de mí. Imposible. No te puedo esperar un año. Olvídate de mí. Chao’. Y me fui llorando… Anduve como cinco o diez minutos y me devolví. Y le dije ‘¿sabí qué? Dale, intentémoslo’.

“Estuvo casi un año fuera, en Europa, donde continuamos la relación por cartas, ni siquiera por teléfono. Como dice el dicho, o la distancia agranda el amor o destruye el amor. En este caso se agrandó”.