Glamorama
Felipe Viel junto a su madre en una imagen mostrada en el programa De Tú a Tú de Canal 13.

“15 horas después de estar en el Times Square, estaba en una clínica en Chile, y me dan el diagnóstico de mi mamá: un cáncer cerebral…”, relata Felipe Viel sobre la muerte de su madre

Autor: C. Z. / 1 junio, 2022

«Todavía siento una responsabilidad muy grande con ella. Yo siento que mi mamá me está mirando todo el día. No le puedo fallar todavía hoy”, dice Felipe Viel sobre su madre.

Este domingo el actor y animador chileno, radicado en Miami desde hace más de 20 años, habló sobre su vida en el programa De Tú a Tú, conducido por Martín Cárcamo.

Durante la conversación, Viel se refirió a la muerte de su madre María Luz González hace más de una década. El episodio ocurrió justo cuando el conductor nacional se consolidaba en Miami como rostro del programa Escándalo TV.

Esto fue lo que relató en Canal 13:

Felipe Viel: “Hicimos el programa en el Times Square de Nueva York. Y ponen en las pantallas de Times Square el programa, lo que tú estás animando. Y estar en el centro de Nueva York, y ver eso, te da la sensación de que lograste algo. Tú dices ‘guau, estoy aquí animando un programa’.

“De hecho, cuando hice ese programa en el Times Square de Nueva York, me llama mi productora, cuando termina el programa, y ahí me dice que mi mamá está muy enferma en Chile. Tuve que volar de Nueva York a Chile.

“Me bajo del escenario. Llevaba cuatro meses haciendo el programa. Muy eufórico. Y me llaman de Chile. Yo sabía que mi mamá estaba con varios exámenes. Los exámenes no fueron buenos. Y me llaman de Chile. Vuelvo Nueva York-Miami-Santiago.

“Y al otro día, 15 horas después de estar en el Times Square, estaba en una clínica en Chile, en una reunión con doctores, y me dan el diagnóstico de mi mamá: un cáncer cerebral, tumor cerebral. Y que se nos venía en el fondo una etapa muy difícil como familia.

“Yo, entre que tenía las pantallas del Times Square, la euforia del programa, estar ahí era bien fuerte el contraste. Me tenía que ir los domingos. No podía dejar el programa de lado. Así que métale bailando los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes. Muchas veces los viernes tomaba avión para volar a Chile, acompañaba a mi mamá.

“Y me vino mucha crisis porque decía ‘pucha, estoy perdiéndome la última etapa de mi mamá. Y, por otro lado, estoy recién logrando algo allá’, que era lo que ella tanto quería.

“Y ahí me di cuenta. Dije ‘somos 6 hermanos. Quizás yo le traigo una alegría a mi mamá’, porque yo llegaba y le hablaba a mi mamá: ‘Oye, conocí a Celia Cruz, mamá’, ‘¿te acuerdas que a ti te gusta Ana Gabriel? La entrevisté y me saqué una foto. Mira…’. Y trataba de llegar con esta noticia.

“La vuelta era terrible, porque cada vez que me despedía de ella, el domingo, no sabía si la volvía a ver. Y cada día iba peor. Y tenía que llegar acá, hacer un switch, y seguir bailando y alegre. Era como surrealista. Las dos cosas explotaron en el mismo momento. Era cuando la familia más te necesitaba y cuando el éxito profesional llegaba.

“Sin embargo, ante los ojos de todo el mundo, yo era un tipo exitoso. Y feliz, porque logré el programa. ‘Felipe Viel logra el sueño americano’, ‘Felipe Viel logra el programa’. Nadie dice ‘Felipe Viel, por estar en un programa, no ha podido acompañar a su mamá en su última etapa de vida. Nadie dice eso.

“Fue un año. Sí, fue rápido…”

Cárcamo le muestra una foto de Viel junto a su madre.

Viel: “Esa fue en el aeropuerto, cuando mi mamá me venía a ver. La llevé al canal. Me abre la barrera seguridad, me saluda, y le digo a mi mamá ‘mira, tengo mi propio estacionamiento que dice ‘Felipe’’. Y me saludan. ‘Hola, Felipe’.

“Entro al canal. Y le digo ‘mira, mamá, tengo mi propio camerino. ‘Y este es el set de mi programa. Y todo esto lo logré viniéndome solo, porque aquí no importa si eres hijo de Jorge Viel, o un amigo del colegio, o un tío productor. Aquí no había nadie. Y mira, mamá, tengo mi propio programa’. Y sale el programa al aire y ella lo logra ver”

“Era genial, atómica. Cable a tierra a full. Te daba una sensación de seguridad. Y en ese tiempo, ahora, me da rabia haber sido tan tonto de chico, que uno está tan preocupado. Estábamos con el grupo de rock todo el día tocando. No haberla apoyado más en su fundación.

“No haber entendido lo que ella estaba haciendo, para poder haber sido más partícipe. Ahora me cabe, ahora que tengo mi propia familia, me doy cuenta de lo vulnerable y lo difícil que es tener tu familia. Como hijo, debí haber sido mucho más cooperador, porque ella estaba haciendo cosas sociales.

“No entendía por qué la mamá va a Renca tres veces a la semana. Y las otras mamás tomando cafecito con las amigas. Y era porque era una mujer especial, especial, porque siempre estaba preocupada de los demás. Porque siempre nos decía ‘tienen que retribuirle a la vida de otra forma. ‘te va a ir bien, vas a ser exitoso, pero tienes que retribuirle a la vida.

“Yo siento que me despedí bien. Siempre me queda el cargo de conciencia de no haber estado más presente, de cuál es el costo de todo esto. ¿Vale la pena, por el éxito de un momento, que todo el mundo te lo reconoce, perder esos instantes? Mis hermanos estaban con ella cuando murió. Yo estaba en Miami. Me despedí un domingo y murió un miércoles. Tuve que volver a viajar.

“Yo sabía que una de esas despedidas iba a ser la última. Pero siempre estaba esperanzado de que esa no iba a ser la despedida. Pero cuando tienes a tu mamá enferma un año, nunca estás preparado para ese momento, pero de alguna manera lo vas asimilando. Todavía siento una responsabilidad muy grande con ella. Yo siento que mi mamá me está mirando todo el día. No le puedo fallar todavía hoy”.