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María Luisa Cordero en una imagen tomada de la pantalla de Pecados Digitales, Mega.

«Ya que la doctora Cordero tiene la costumbre de dar diagnósticos al aire, yo le voy a dar un diagnóstico a ella: ella es una arribista, ese es su problema…», declara Juan Cristóbal Guarello

Autor: Equipo Glamorama / 30 agosto, 2022

“Avancen al punto de encuentro quienes hayan sido o se hayan sentido difamados por un famoso”, pidió Julio César Rodríguez a los invitados al último episodio de Podemos Hablar, el cual anima en reemplazo de Jean Philippe Cretton, quien está de vacaciones.

Entonces el periodista Juan Cristóbal Guarello relató la siguiente historia con María Luisa Cordero:

“Voy a contar lo que pasó con la doctora Cordero, porque hace poquito, a propósito de mi pelea con Luka Tudor en la radio, no sé, la Cordero salió diciendo que yo que tenía… Porque tiene una mala praxis como siquiatra, que es dar diagnósticos al aire. Eso está muy mal.

«Dijo que yo tenía un problema con la rabia y que ella una vez me había encarado, me lo había dicho, y que yo había reaccionado de tan mala manera que ella había salido corriendo.

“Y resulta que la única que vez me he encontrado con la doctora Cordero, le pregunté por qué ella pensaba que su voto valía diez veces más que el de su nana. Esa fue la conversación, algo que ella dijo públicamente.

“Y me dijo ‘es que yo creo que en el despotismo ilustrado’. Yo le dije ‘ojo, que el despotismo ilustrado lleva a la tiranía indefectiblemente’. Esa fue la conversación. Y esta señora años después transformó este episodio en que yo (supuestamente) le había gritado, que yo lo había dicho algo de la rabia, inventó una telenovela completa”

Julio César Rodríguez: “¿Tú recuerdas que hablaron de la situación?”

Juan Cristóbal Guarello: “Hablamos de eso y en muy buen tono. Ahora, aprovechando la instancia, ya que la doctora Cordero tiene la costumbre de dar diagnósticos al aire, yo le voy a dar un diagnóstico a ella.

«Ella es una arribista, ese es su problema, porque ella está muy segura de sus credenciales intelectuales, pero no está segura de sus credenciales sociales.

«Es lo que Joaquín Edwards Bello llamaría un siútico, una palabra que ya no se usa. Pero ese es el problema de la Cordero. Ya que ella da diagnósticos de cada persona, el suyo es arribismo enfermizo”

Rodríguez: “¿Pero se han puesto en la buena alguna vez?”

Guarello: “No poh, si nunca más la vi”

Rodríguez: “Es diputada ahora”

Guarello: “Para que veas. Una persona que cree que en el despotismo ilustrado está en el Parlamento”.