Johnny Herrera: «Yo le doy la potestad a mi señora y que ella sea la que ponga las reglas. No quiero ser un papá tan intransigente, yo quiero ser más amigo de mi hijo…»
«Te cambia la vida, cualquier persona que sea papá se da cuenta que cuando llega un hijo», manifiesta Johnny Herrera.
El ex futbolista de 41 años estuvo en el último capítulo de Podemos Hablar emitido por Chilevisión, donde habló de su hijo de cinco años junto a su pareja, la enfermera Steffi Scholtbac:
Julio César Rodríguez, quien reemplaza en la conducción del programa a Jean Philippe Cretton, que está de vacaciones: “¿Brunito cómo cambia tu vida? Lo tuviste ya grande”
Johnny Herrera: “Sí, a los 35 años prácticamente. Como que se pensó y se hizo, no hay excusa. Te cambia la vida, cualquier persona que sea papá se da cuenta que cuando llega un hijo, y más cuando has sido soltero prácticamente toda tu vida. Casi soltero. Pololeé períodos muy cortos. Usted sabe que se pasa bien soltero”
Rodríguez: “¿Cómo eres como papá, eres estricto?”
Herrera: “A mí me crió mi mamá, mi mamá siempre fue padre y madre para mí, y yo le doy la potestad a mi señora y que ella sea la que ponga las reglas. No quiero ser un papá tan intransigente, yo quiero ser más amigo de mi hijo.
«Estoy esperando que crezca luego para que salgamos a dar una vuelta, vayamos a la playa, qué sé yo. Porque mi mamá lo hizo demasiado bien conmigo”
Rodríguez: “¿Es verdad que Brunito firma autógrafos, se pone para la foto?”
Herrera: “Se cree famoso. Pasa que donde vamos lo reconocen. Yo uso mascarilla y muchas veces andamos en el supermercado y quedan cachudos conmigo, ‘¿será o no será?’. Y el Bruno siempre se pone con el signo bullanguero y le encanta.
“Una vez fue con mi señora al súper, y siempre habíamos ido juntos, entonces estaba con mi señora y le decía ‘mamá, ¿y por qué ahora no me conocen a mí las personas?’. No le habían pedido ni una foto, porque andaba solo con mi señora (ríe). Se cree famoso”
Rodríguez: “¿Te gustaría que sea futbolista?”
Herrera: “Es un tema amplio. Yo creo que no. Es sacrificado. De verdad que es sacrificada la rutina de futbolista profesional o de una persona que trabaja desde los 13 años. Pierdes juventud, infancia, te saltaste todas las fiestas de los fines de semana, porque estás siempre concentrado. Entonces no”.
