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El abogado Ignacio Rivadeneira, esposo de María Luisa Godoy, sus hijos con el recién nacido Domingo, junto a una integrante de la familia, en una imagen que publica la animadora en su Instagram @marigodoyibanez

«¡Qué manera de tener ayuda para cuidar a mi Chinito…!», expresa María Luisa Godoy junto a su esposo, hijos, familia y el recién nacido Domingo

Autor: Equipo Glamorama / 10 septiembre, 2022

«Amor de hermanos. Todos queriendo tomarlo al mismo tiempo, jajaá! Qué manera tener ayuda para cuidar a mi Chinito!», comenta María Luisa Godoy junto a una imagen que publica en Instagram:

Esta semana la animadora de 42 años anunció en la misma red la llegada de Domingo, su quinto hijo junto a su marido, el abogado Ignacio Rivaneira.

El posteo suma más de 200 mil «me gusta» y miles de felicitaciones.

La conductora de TVN y del Festival de Viña se refirió a esta nueva maternidad hace un par de semanas en el espacio De Tú a Tú, donde manifestó:

“Ha sido un embarazo lleno de amor, como todos mis embarazos, pero con mucha incertidumbre, y eso ha sido diferente.

«Esta guagüita, a diferencia de las anteriores, cuando llegué a la ecografía de los tres meses el doctor me dice ‘está todo normal, pero quiero que te hagas un examen genético’. ‘¿Por qué quieres que me haga un examen genético?’.

“Y me dijo ‘porque en general yo soy partidario de que las mujeres desde los 35 se lo hagan, tú ya tienes 42, no estás tan nueva’. No me lo mandó a decir con nadie (ríe).

«Yo le dije ‘no me lo quiero hacer, porque si me lo hago, y por ejemplo, mi guagüita tiene Síndrome de Down, me vas a hacer vivir una angustia de meses sin saber si está sano o no está sano, que no la quiero vivir’.

“Me acuerdo que llegó Nacho (su marido, el abogado Ignacio Rivadeneira), porque llegó tarde a la consulta, y me dijo como cinco veces ‘quiero que te hagas el examen genético’, y Nacho me dijo ‘ya, háztelo’. Porque también me dijo ‘a tu edad hay un montón de cosas que uno puede prevenir si las sabe a través del examen genético’. Y ahí yo dije ‘ya, bueno, ya, hagamos el examen genético’.

“Me acuerdo que eso fue con el ecógrafo, y después a mí se me olvidó. Se repente pasó como una semana y me llama un domingo mi ginecólogo y me dijo ‘Mari, en el examen genético salió que la guagua viene con un problema de cromosomas, vente mañana’”

Martín Cárcamo: “¿Cómo fue para ti en ese minuto?”

María Luisa Godoy: “Es que lo que más cuesta de las cosas es la incertidumbre. ¿Qué significa? Entonces uno se mete a googlear, que es todo lo que te dicen que no hagas, y hay un montón de problemas de cromosomas. Me acuerdo que fue una noche súper dura, de una incertidumbre que lloré la noche entera diciendo ‘¿qué tendrá?’.

“Llegamos a la consulta el lunes y el doctor dice ‘el diagnóstico es que en un 95% tiene Síndrome de Down’. Es muy claro que tiene Síndrome de Down. Y ahí con Nacho vivimos casi tres meses, porque esto fue a fines de marzo, tres meses duros, porque yo encuentro que lo peor es la incertidumbre, cuando no sabes el escenario que enfrentas.

“Yo ya tengo mi ahijado y sobrino que tiene Síndrome de Down, además yo trabajo en muchas fundaciones de Síndrome de Down, entonces manejaba estadísticas. Tú dices ‘un 50% tiene problemas al corazón, ¿tendrá problemas al corazón?’.

“Hay un porcentaje altísimo que trae problemas al intestino, hay un porcentaje muy grande también a los riñones, esas son las tres cosas que uno los puede operar. Hay un 19% que tiene autismo. Uno va entrando en un ¿cuál será el escenario? A un porcentaje muy chiquitito le puede dar leucemia. Tú dices ‘¿a qué me enfrento?’, y eso fue súper duro”

Cárcamo: “Cuando te dicen ‘esta es la realidad’, ¿cuál es la conversación que tienes con tu marido?”

Godoy: “La primera fue ‘hay un problema de cromosoma, mañana veamos qué viene’. Y después la segunda, independiente de esos meses, yo nunca lo vi como algo negativo, al revés, siempre he visto y siempre hemos visto a nuestro hijo como un motivo de alegría.

«Es un gran desafío que tenemos por delante, probablemente el más importante con nuestros otros cuatro hijos.

“Va a ser un aprendizaje diario, y para los dos nuestra guagüita siempre ha sido un motivo de alegría. Pero la angustia es innegable, porque tenemos un diagnóstico, un diagnóstico que empezamos a tener un poquitito más de certezas a los prácticamente tres meses que esperamos, porque ahí a las 25 semanas nos dijeron si traía otra enfermedad, de lo que tú puedes saber.

“Y nos dijeron que no traía problemas al corazón, que no tenía problemas al intestino y que no tenía problemas a los riñones, lo que es un alivio gigantesco, te sacas un peso de encima enorme. Como que dices ‘al parecer no es un niño enfermo’. Tiene un condición, que es su condición de Síndrome de Down, pero al parecer está sanito. Pero tenemos que esperar que nazca y ver qué es lo que pasa”.