«Suelo no mostrar opulencia. Me carga la opulencia…», comenta Leo Caprile
«Me carga la opulencia», afirmó Leo Caprile en Buenas Noches a Todos.
El comunicador de 62 -quien vive en su propiedad en Curacaví en la cual ofrece servicios de comida y eventos- se refirió a diferentes temas, de su vida y de la actualidad. Esto fue parte de la conversación:
Eduardo Fuentes: “Hay una mirada peyorativa hacia lo popular, hacia lo del ‘pueblo’. Se lo ve como ‘cuestiones menores’, ‘menos relevantes’, como ‘qué gracioso, qué pintoresco’, sin valorar la expresión cultural de eso”
Leo Caprile: “Yo estoy completamente de acuerdo en eso. El término ‘pueblo’ se relaciona mucho con la política, como ‘el pueblo’, ‘el pueblo unido jamás será vencido’. Si eso es verdad. Ahora, si le damos una carga política a ese discurso tal vez podríamos discutirlo.
“Pero el pueblo es la mayoría. Los demás serán elíticos, serán clanes, grupos. Pero ahí está la verdad. La verdad está en la masa. La masa compra fideos baratos. Y la masa compra comida con muy poca plata. Entonces, hay que ser respetuosos de esa gente.
“Por ejemplo, soy de esos que suelo no mostrar opulencia. Me carga la opulencia… De hecho, nuestra carga publicitaria en Chile ha cambiado mucho, ¿te has dado cuenta? Antes eran todos rubios, todos macanudos”
Fuentes: “Se han pegado el alcachofazo en los últimos años, porque era el colmo”
Caprile: “Hemos visto mujeres más protagónicas, gente más común, como uno, con el pelo negro, que es parte del discurso. Entonces, no podemos hacer un país para 50 mil personas. Debemos ir donde hay distintas etnias, distintas culturas, distintas religiones. Hay diversidad sexual.
“Imagínate en mis tiempos, cuando era chico, en el pueblo donde viví a los homosexuales les tiraban piedras. Hubo un salto cultural en Chile que es notable. Pero todavía falta.
“La mentalidad de los publicistas, los comunicadores, finalmente nosotros, tenemos que ser un puente con esa clase popular. No podemos aminorarla. Y ya lo demostró la gente. Cuando algo no le gusta, no le gusta y lo da vuelta. Hay que ser consecuente con los discursos.
“Ahora, yo escuché una frase, después del plebiscito de salida, que decía que ‘Chile vive probando su consecuencia y casi siempre se equivoca’. Porque un discurso de hace un año no tiene nada que ver con el de ahora. Pero eso no es culpa del pueblo. Es culpa de los que emiten ese discurso, los que le fallan al discurso y los que tiran fake news».