«La parte triste la viví cuando perdí grandes amores de mi vida… Mi matrimonio no. Por algo duró nada», manifiesta Jordi Castell
«Más bien fue un dejar ir, soltar, con toda la humildad posible, para que las cosas sigan funcionando y vuelva el bienestar cuando antes”, expresó Jordi Castell sobre el fin de su matrimonio con Juan Pablo Montt, quien se dedica a la administración de propiedades.
La pareja contrajo el Acuerdo de Unión Civil en enero de 2020 y su separación se hizo pública en octubre de 2021.
El fotógrafo de 55 años estuvo en el último capítulo de Podemos Hablar emitido por Chilevisión:
Jean Philippe Cretton, conductor del programa: “Terminaste una relación importante, de matrimonio. ¿Cómo ha sido este proceso? ¿Volviste a las pistas? ¿Volviste a la cancha? ¿Cómo lo has pasado?”
Jordi Castell: “A las pistas obvio que sí, porque además es innato. No es que uno quiera buscar por ansiedad las cosas. Llegan solas, las cosas buenas. Las malas hay que sacarlas.
“Yo creo que estoy bastante bien, porque siempre planifiqué las cosas desde antes. El duelo lo viví mucho antes de separarme. Entonces, en el minuto preciso, fue un trámite que nos iba a hacer mejor a los dos.
“Pero la parte triste la viví cuando perdí grandes amores de mi vida. Soy un hombre muy afortunado. He amado a hombres que fueron importantes… Fueron relaciones que verdaderamente fueron gravitantes, que marcaron un antes y un después en mi vida.
“Mi matrimonio no. Por algo duró nada. Entonces, más bien fue un dejar ir, soltar, con toda la humildad posible, para que las cosas sigan funcionando y vuelva el bienestar cuando antes”
Cretton: “¿Tienes ganas hoy de una relación nuevamente estable, con ese nivel de compromiso? ¿O prefieres un tiempo más solo disfrutando de la vida?”
Castell: “No es adecuado que te responda esa pregunta, porque soy muy enamoradizo… Me enamoro todas las semanas. Todas las semanas me enamoro de un hombre distinto. No estoy en condiciones de pensar…
“La verdad es que lo estoy pasando súper bien. Estoy en un momento en donde en mi casa cabemos solo la gata, la perra y yo. Ahora, si llega el día de mañana alguien, probablemente no va a haber ningún problema.
“No tengo ni rabia ni resentimiento contra el amor. Pero en este minuto estoy pasándolo súper bien pololeando todas las semanas”.
