«Mi marido me decía ‘¡estás pilucha ahí y te vieron pilucha!’… Yo veía las escenas y decía ‘qué horror, qué vergüenza'», recuerda Alejandra Fosalba sobre la teleserie nocturna Los 30
«No encontramos mucho el límite», afirma Alejandra Fosalba sobre las primeras teleseries chilenas nocturnas que incluían desnudos y escenas íntimas, que TVN comenzó a realizar a mediados de la década del 2000.
La actriz estuvo en Los 30, del año 2005. En un capítulo de Podemos Hablar emitido por Chilevisión hace tres semanas -y grabado con anterioridad-, habló sobre ello:
Jean Philippe Cretton, conductor del programa: “Tuviste un momento donde fuiste mascarón de prueba, junto a tu equipo y elenco, en lo que eran las teleseries nocturnas, donde por primera vez se empieza a trabajar el desnudo. Hoy día, que lo miras con la perspectiva del tiempo, ¿te parece que fue bueno o dices ‘a lo mejor no valía la pena’?”
Alejandra Fosalba: “Siempre vale la pena, pero fuimos un poquito más allá. Estábamos probando todos, desde la producción, la dirección, hasta los actores, hasta dónde llegábamos, cuál era el límite, y no encontramos mucho el límite.
“Transgredí mis propios límites, porque decía ‘yo no voy a hacer esta cuestión, no voy a hacer lo otro’. Llegaba el día, me decían ‘el personaje realmente lo requiere’. Escena siguiente, yo ahí ‘¡woooh!’. Después al día siguiente iba al banco y el señor que cuida el auto me dice ‘la vi anoche en una escena’.
“Y empezaba a pensar ‘¡¿qué escena hice, Dios mío?!, ¡¿con quién estaba?!’. Y me moría de la vergüenza. Era muy vergonzoso, pero yo siempre digo ‘es por el personaje’, pero no sé si se entenderá así. Mi marido me decía ‘broma, ¡estás pilucha ahí y te vieron pilucha!’. Y yo ‘es que es el personaje realmente lo necesitaba’.
“Era heavy. Yo leía las escenas y decía ‘qué horror, qué vergüenza, ¿cómo lo voy a hacer?’. Empezaba yo misma a imaginarme la escena y proponérsela al director para que no se me viera tanto aquí y allá. Y tengo muchas anécdotas muy vergonzosas.
“Era una escena de ducha, entonces era la espalda mía, estaba sin parte la de arriba, y el director me dice ‘pucha, igual quiero mostrar un poquito abajo, no tanto, entonces ponte un taparrabos’. ‘Ya, bueno’. Qué vergüenza, primero que nada salir frente al equipo con un taparrabos, la cosa fea.
“Abro la ducha, empiezo a ducharme, y de repente veo al sonidista que está así (escondiendo el rostro). Yo dije ‘acá este tapacosillas se salió’. Miro para abajo y ahí estaba el taparrabos mojándose.
“Había dos opciones: parar y volver a hacer la misma cuestión de nuevo, y la otra era seguir pilucha. Le conté a mi marido y ‘¿broma? ¡Estás pilucha delante de todo el mundo! ¡¿Qué personaje, de qué estás hablando?!’. Qué terrible”
Cretton: “Además se genera complicidad con los compañeros”
Fosalba: “La primera teleserie que hice, mi hija tenía como tres meses, entonces no estaba en mi mejor momento y no me sentía cómoda. Tenía una escena con el Pancho Melo (en Los 30), yo estaba arriba de Pancho Melo y le dije ‘por favor tápame la guata’. Entonces Pancho figuraba con una mano tapándome aquí, con la otra en la pechuga.
“Oye, una infidencia: ¿pero qué pones entre el caballero y la dama? ¡No sabíamos poh! Era ‘¿qué hacemos?’. Una toallita. No, que feo… Una persona dijo ‘ya, yo corto la toalla’, y cortó… No, atroz. La gente lo ve como muy glamoroso, pero no es tan glamoroso”.