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Anita Alvarado en una imagen tomada de la pantalla de Buenas Noches a Todos, en TVN, en 2022.

«Yo soy de las madres que sí les he dado con estas cucharas de palo… Se las doy en el traste a los cabros cuando corresponde», cuenta Anita Alvarado

Autor: Equipo Glamorama / 11 octubre, 2022

Como «una mamá nomás», se definió Anita Alvarado en Buenas Noches a Todos.

Quien se hizo conocida como «la geisha chilena» a inicios de la década del 2000 y se convirtió en personajes de programas de entretención habló de la crianza de sus nueve hijos.

Esto fue parte de la conversación en el late que conduce Eduardo Fuentes en TVN:

Eduardo Fuentes: «Yo siento que eres, por sobre todas las cosas, un gran mamá”

Anita Alvarado: “Me molesta un poco eso”

Fuentes: “¿Te molesta ser reconocida como una gran mamá?”

Alvarado: “Sí. Una mamá nomás. Lo que pasa es que la chilena es súper aperrada, súper buena madre, súper preocupada, criamos a nuestros hijos mamones.

«Pero Chile se sorprende porque fui prostituta, entonces haber sido eso y después de haber tenido tantos maridos, tantos hijos y de padres diferentes, que sea mamá… Eso le sorprende a Chile, pero las madres chilenas son súper buenas madres”

Fuentes: “Pero yo no lo digo desde ese punto de vista. Lo digo porque cada vez que te veo tú estás dando una pelea por tus hijos, no tienes pocos hijos además”

Alvarado: “Yo conozco muchas madres que jamás nunca en la vida han castigado a sus hijos, ni siquiera una palmada en el traste. Yo soy de las madres que sí les he dado con estas cucharas de palo, que yo compro así de grupo, viste que venden como nueve cucharas de palo…”

Fuentes: “¿Se las rompes?”

Alvarado: “No, no las rompo. Se las doy en el traste a los cabros cuando corresponde. Porque después me voy a arrepentir si no le di el palazo en el traste cuando correspondía, porque después voy a tener que andar con el cabro en el sicólogo. O no criarlos yo es terrible, porque, ¿a quién salió este cabro? A la nana, obvio. A la persona que te ayuda en la casa.

“A mí me gusta criarlos a mi modo. Soy bruta absolutamente. Dije esto y lo cumplo. Tengo paciencia, paciencia, entonces cuando ya quedó la embarrada, ‘venga para acá, usted se merece…’. ‘¡No mamá, por favor!’. ‘Sí’. ¿Eso quiere decir mala madre?”

Fuentes: “En los últimos años han dicho que la violencia de ninguna manera se justifica”

Alvarado: “¿Y cuántos niños hay en el sicólogo y en el siquiatra?”

Fuentes: «Claro, las posiciones extremas son no violencia y la otra es disciplinar a los hijos”

Alvarado: “Además no castigar al niño para dejarlo morado. Es el correctivo, ‘no mijito, esto no se hace, tú no me puede llegar con nada a la casa, porque si no te vas a hacer un ladrón’”

Fuentes: “Por ejemplo, yo disciplino a mi hija, pero no con golpes, la disciplino restándole algunas cosas, no podrá hacer esto, no puede hacer esto otro, no podrá jugar con la muñeca. O le digo ‘si tú continúas así, te va a pasar esto’”

Alvarado: “Yo no, yo soy de las mamás que digo ‘te advierto, usted no me hace caso y… Me obedeces altiro, o voy a dejar un rato más y después no te vas a llevar un palo en el traste, te vas a llevar dos. Entonces aparte del palo en el traste te voy a dejar acostado, sin televisión’. ‘¡Pero mamá, no puede hacer eso conmigo!’.

«Y son alaracos. Son todos dramáticos, porque yo soy dramática. Entonces yo no hablo, yo grito. Pero yo soy de las pocas personas que les doy amor a mis hijos físico delante de las demás personas. Siempre voy y los abrazo, oro por ellos, digo ‘Dios mío, que rico tener hijos así, que rico que me los prestaste’”.