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Liliana Ross, creadora de la obra Sinvergüenzas, con el elenco original del año 2000. Gonzalo Valenzuela, apodado "El Manguera" se ubica al extremo derecho.

«Estábamos haciendo la obra Sinvergüenzas, donde nos sacábamos la ropa y estaba ‘El Manguera’… Gonzalo Valenzuela tenía lo suyo, pero se nos ocurre comprarle una prótesis bacán», recuerda Rodrigo Muñoz

Autor: Equipo Glamorama / 12 noviembre, 2022

«Gonzalo Valenzuela tenía lo suyo, bien y todo, pero queríamos que fuera más exagerado», relata Rodrigo Muñoz sobre la obra Sinvergüenzas y el apodo «El Manguera», dado en ella a Valenzuela.

El montaje fue realizado por Liliana Ross y estrenado en el año 2000. Fue un éxito e hizo conocido a Gonzalo Valenzuela.

Muñoz relató la historia de «El Manguera» en Podemos Hablar, programa de Chilevisión en el que estuvo junto a Francisco Kaminski, Alison Mandel, Daniela Aránguiz:

Rodrigo Muñoz: «Estábamos haciendo la obra Sin Vergüenzas, donde nos sacábamos la ropa entera… Fernando Gallardo, Carlos Embry, Renato Munster (en el elenco original también figuraron Juan Falcón y Jorge Gajardo). Bueno, y estaba ‘El Manguera’. Estaba mi compadre que le pusieron El Manguera porque…

Daniela Aránguiz: «¿Era verdad?»

Alison Mandel: «Me acuerdo más de Renato Munster»

Muñoz: «Sí. Impresionante (Munster). Hacía ejercicios ahí antes de salir. Hacía unas cosas. Se sacudía. Yo decía ¿y por qué se sacude?’. ¡Y funciona poh!

«Gonzalo Valenzuela tenía lo suyo, bien y todo, pero queríamos que fuera más exagerado. Aquí en ese tiempo no había sex shops. Entonces con la Liliana Ross se nos ocurre ir a comprarle a Miami una prótesis bacán. Real»

Aránguiz: «¡¿O sea era una farsa?!»

Muñoz: «¡No! Si había que rellenar la prótesis. No es tan simple. No pues. Llegaba hasta por acá más o menos. Una cuestión enorme. Exagerado. Pero era real-real, si tú la mirabas… Daban ganas de aplaudirlo. Impresionante.

«Nos empieza a ir bien. La gente empieza a llegar. Era la atracción El Manguera. Y un día se enferma y estábamos a teatro lleno. Dijimos ‘no vamos a perder esta platita. No siempre llega’. Entonces buscamos reemplazo.

«Llega un actor que se sabía el papel pero era más flaquito. Más delgadito, pero igual buenmozo. Llega, se pone la prótesis… ¡Enorme! Impecable.

«Empieza el show final. Toda la gente esperando. Lo pasaban fenómeno, porque nosotros nos sacábamos la ropa y las niñas también se sacaban la camiseta. Era todo un espectáculo.

«Empieza la escena final, este cabro se saca la zunga y sale pirula volando… ¡Porque le quedó más chica! Y todos ‘¡aaay!’, mirando la pirula volar. Y le cae a una señora (en el hombro). Toda la gente aplaudiendo al final y la señora haciendo así, como que no la tenía. Con la pirula aquí (en el hombro) y aplaudía…»

Este año, Gonzalo Valenzuela también contó la historia de la «prótesis» en una entrevista en Argentina.