Jordi Castell: «¿Cuál fue mi falta más grande? Pensar que para armar esa familia yo necesitaba a un hombre. Mandé a hacer los anillos, pedí matrimonio. Me equivoqué…»
«Cuando algo cuesta esfuerzo es porque hay que ser más sensible y entender, desde la humildad, que eso no tiene que funcionar», reflexionó Jordi Castell sobre su separación matrimonial.
El fotógrafo de 55 años estuvo en Juego Textual, espacio de Canal 13 conducido por Sergio Lagos con un grupo de panelistas encargadas de hacer las preguntas.
Castell se refirió a su quiebre con el publicista y administrador de propiedades Juan Pablo Montt tras cinco años juntos. La pareja contrajo el Acuerdo de Unión Civil en enero de 2020 y su separación se hizo pública en octubre de 2021.
El fotógrafo se ha referido a su separación en diferentes entrevistas, en tanto Montt no ha hablado públicamente del asunto. «Es difícil callar luego de ser expuesto públicamente de una forma tan vulgar», respondió tras declaraciones de Castell, en marzo de este año.
Esto fue parte de la conversación en Juego Textual:
Pepi Velasco: “Amigos del público, ¿ustedes creen que Jordi en algún momento se arrepintió de haberse casado?”
Jordi Castell: “No me arrepentí. Tuve un matrimonio fallido. No soy muy de estar arrepintiéndome de decisiones que yo tomo, porque por muy malas experiencias que sean, se convierten en un aprendizaje.
“Voy a estarle eternamente agradecido a la vida de la oportunidad que tuve por último de experimentar, arriesgarme, creer en un proyecto de vida. No voy a arrepentirme de eso, porque todo lo que hice fue consciente y fue con la mejor intención.
«Y crecí como hombre. Pero además al caerme, o al tener que separarme, lo hice con la mayor humildad posible, porque también es una forma de entender que la vida me dio señales y yo de puro terco no quise escucharlas.
“Fue un matrimonio que duró un año y medio, nada. Pensé que iba a ser para toda la vida, pero me quedo con la experiencia, desde la mayor humildad posible, de saber que no puedo volver a cometer errores, no puedo ser tan prepotente con la vida, sobre todo cuando me da señales de cosas que no deben ser”
Begoña Basauri: “¿Qué señales te estaba dando la vida?”
Castell: “Todas poh. Yo he tenido grandes amores en mi vida, he sido muy afortunado, porque los hombres que más he amado me amaron de vuelta en el mismo momento, fue recíproco, fueron relaciones grandes, lindas, donde crecí como persona.
“Esos mismos grandes amores en algún momento se acabaron con dolor y se convirtieron en grandes amigos hasta el día de hoy. Tenemos una relación de hermandad, de amistad, fraternal. Y esas buenas historias son con las que yo me quedo.
“Ahora, si esta fue una excepción, por supuesto que fue una excepción, pero yo no quise ver, porque tenía un proyecto de… Cuando se murió mi abuelo yo me vi en la necesidad, error grande, de armar una familia.
“¿Y cuál fue mi falta más grande? Pensar que para armar esa familia yo necesitaba a un hombre. Entonces creí, mandé a hacer los anillos, pedí matrimonio, hice todas las cosas que había que hacer. Pero me equivoqué, porque la vida me estaba demostrando que no era compatible que siguiéramos para adelante.
“Pasaban cosas que a mí me hacían remar en contra de la corriente. Cuando algo cuesta esfuerzo es porque hay que ser más sensible y entender, desde la humildad, que eso no tiene que funcionar, porque por algo te van diciendo que no.
“Aquí hubo señales desde el principio de que nosotros no teníamos que seguir juntos, pero bueno…”
Sergio Lagos: “Llegaste a decir que sentiste que no estabas realmente enamorado, ¿fue así?”
Castell: “No. Fue un pensamiento hablado, lamentablemente. Hice todo el esfuerzo para enamorarme, ¿qué duda cabe? Tiré anillo, pedí matrimonio”.