Pamela Díaz cría sola a sus tres hijos: «Soy afortunadísima: estoy sana, mis hijos sanos. Si no me va bien en alguna cosa tendré que ir a lugares más baratos, cambiarme de casa, vender esto…»
«Para mí están muertos los dos papás de mis hijos», afirmó Pamela Díaz.
En un capítulo de Juego Textual emitido hace un mes por Canal 13, la comunicadora de 41 años se refirió a la crianza de sus hijos: los dos mayores, de 20 y 15 años, con el ex futbolista Manuel Neira; y la menor, Pascuala, de seis, con el empresario Fernando Téllez. A ambos los demandó por pensión alimenticia durante la pandemia.
Esto fue parte del diálogo en el espacio conducido por Sergio Lagos, con un grupo de panelistas:
Rayen Araya: “A propósito que durante la pandemia se tramita una ley donde las pensiones de alimentos se pueden cobrar con lo que había en las AFP y fue tema país, ¿cómo es tu visión de la paternidad, a raíz de lo que en eso te ha tocado vivir, y de cómo la justicia ayuda o no?”
Pamela Díaz: “Hay un vacío tremendo. Yo levanté mi voz porque me parecía injusto que yo durante catorce años, desde que me separé del finado, que es Manuel Neira…”
Chiqui Aguayo: “Pero no se ha muerto”
Díaz: “Pero para mí están todos muertos. Es que mi abuela se separó de mi abuelo, entonces yo le digo ‘abuela, ¿y el abuelo?’. ‘El finado’. ‘¿Cómo el finado?’. ‘Porque para mí está muerto’. Me pareció bacán. Para mí están muertos los dos papás de mis hijos.
“Hicimos un live con Carmen Gloria Arroyo de eso… Yo te juro que soy afortunada porque me va bien, porque tengo la plata para irnos de vacaciones, para comprarles esto, si quiero el papá no está presente, lo suplo con esto.
“Hay solo una cosa que a mí me caga heavy la onda, el ánimo, y doy gracias a Dios de que no me ha pasado y apoyo a muchas mujeres: cuando tienes un hijo enfermo. Yo me imagino esas mamás que están con los cabros enfermos, que no tienen ninguna posibilidad, por mucho que estén los dos papás, o que el papá esté presente.
“Pero para una mamá estar sola, sin lucas, sabiendo que ese día tiene que dejarlo con la vecina o con la abuela que siempre te está ayudando, y tienes que trabajar día y noche para el cabro chico, y tu sicológicamente estás para la cagá.
“Solo me enfoco en eso y digo ‘gracias a Dios no me pasa’. Pero si me hubiera pasado yo creo que soy la primera que estoy marchando, dejando la cagá y hago el medio escándalo.
“Encuentro súper injusto cuando uno cría solo. Y si te toca, te toca. Si el otro no tiene lucas, ya, ok, pero se más gente y ayúdame el fin de semana, ayúdame más tiempo.
“Yo me creo tan bacán que puedo hacerlas todas, me creo mamá y papá, y puedo mantener a mis hijos y me saco la cresta. Y por mucho que yo reclame, los amo, los adoro, vivo, hoy es hoy. Pero sí me cansa y sí digo ‘los cabros a veces se portan pésimo y te contestan’, y no es lo que yo crié, y me cuesta».
Begoña Basauri: “Y qué pasa con la Pascuala, que es chica, cuando ella dice ‘oye, ¿y mi papá?’ ¿Le falta?”
Díaz: “Con la Pascu yo hablo todo. Obviamente hay cosas que no le puedes contar porque es muy chica. Pero mi papá y mi mamá son mi familia, y mis hermanos, y tengo mis nanis, que llevan ocho años conmigo, entonces tengo la confianza de decirles ‘me voy ahora a carretear, a trabajar, a Miami’, a cualquier lado.
“Y es bacán. Una red de apoyo increíble. Pero la Pascu sabe. Me imagino que va a tener algún día una carencia. Me pregunta y yo le hablo perfecto, sabe que no me agrada él, que él tiene que hacerse un examen para poder ver a mi hija, que no se lo quiere hacer hace tres años”
Yasmín Vásquez: “¿Pero no te cansas, no lloras, de repente no te dan ganas de gritar?”
Díaz: “Sí, lloro, grito, pateleo y el escándalo. Pero en mi casa, piola, no me gusta que la gente vea que estoy triste, porque encuentro que es preocuparlos. Aparte, soy afortunadísima, tengo manos y pies, estoy sana, mis hijos están sanos. A lo más, si no me va bien en alguna cosa, tendré que ir a lugares más baratos, tendré que cambiarme de casa, tendré que vender esto, pero no me va a faltar”.