«Estoy empoderado de mí, me quiero y me muestro tal como soy, y la persona que esté conmigo me tiene que aceptar tal como soy…», expresó Mauricio Israel
«La persona que esté conmigo me tiene que aceptar tal como soy, porque yo también acepto como la otra persona es», manifestó Mauricio Israel en un capítulo de Noches a Todos emitido a comienzos de noviembre pasado.
El comunicador de 61 años fue consultado por Eduardo Fuentes, conductor del espacio, por temas amorosos.
Israel se ha casado en tres ocasiones, la última en 2018 con la colombiana Debbie Valle, de quien se separó un año después.
Este fue el diálogo en el late de TVN:
Eduardo Fuentes: “En varias ocasiones has mencionado el hecho de que estabas solo y lo importante de aprender a estar con uno mismo. Pero hay un tramo oscuro en que uno dice ‘¿en qué momento me acostumbro a estar conmigo y en qué momento creo un proyecto de vida con familia?’. ¿Eso para ti es un tema pendiente?”
Mauricio Israel: “Yo intenté con el matrimonio que tuve en Colombia, pensé que podía generar ese hogar que yo estaba buscando. No resultó, lamentablemente. Y hoy lo yo quiero es estar tranquilo. Yo quiero paz. Quiero encontrar una partner, porque uno siempre quiere tener una partner, creo que ya la encontré.
“Pero las relaciones son distintas, se plantean de una forma distinta. Cuando tú partes por quererte tú te presentas a la relación no con una dependencia emocional, que era el gran defecto que yo tenía y el gran error que yo cometía, que era buscar algo que yo no era capaz de darme a mí mismo.
“Hoy día no. Estoy empoderado de mí, me quiero y me muestro tal como soy, y la persona que esté conmigo me tiene que aceptar tal como soy, porque yo también acepto como la otra persona es. Nadie puede pretender que a los 61 años uno llegue a modificar conductas porque no se pueden modificar.
“Una vez leí una frase que me hizo mucho sentido en todo este periodo, que dice ‘amar a alguien es cambiar en virtud de los deseos del otro, siempre y cuando no afecte tu esencia’.
«Claro. Si estoy con alguien que le moleste que no ponga el vaso arriba del posavaso, no me cuesta nada ponerlo acá, no es ninguna señal de machismo decir ‘ah no, yo lo pongo en la mesa’, eso es una estupidez. Pero si ya me va a afectar mi esencia, yo hasta ahí llego, porque yo hoy día me valoro”.