«Lo vi tres veces (en 16 años)… Un papá que dejó a sus hijos y además es ‘Pin Pon’, que educó a cinco generaciones chilenas, menos a sus hijos», expresa Catalina Guerra
«Yo lo vi tres veces”, afirma Catalina Guerra sobre el exilio de su padre, Jorge Guerra, el actor fallecido en 2009 quien creó y personificó el personaje televisivo infantil «Pin Pon», que se hizo famoso a partir de fines de los años ’60 en Chile y otros países latinoamericanos.
Guerra y su madre, Gloria Münchmeyer -quien estuvo casada con Guerra y tuvieron dos hijos- protagonizaron el último capítulo de Todo Por Ti, programa conducido por Cecilia Bolocco en Canal 13.
La actriz de 53 años habló de su padre, quien partió exiliado en 1974, cuando ella era muy niña, y regresó en 1990:
Cecilia Bolocco: “Tú no recuerdas a tu papá”
Catalina Guerra: “No tengo recuerdos de mi papá y mi mamá juntos”
Bolocco: “¿Y recuerdas cuando conoces a tu padre? ¿Cómo lo conoces, en la pantalla de la televisión?”
Guerra: «No teníamos tele, entonces salíamos al balcón y escuchábamos a Pin Pon como en off que cantaba las canciones, y nosotros del balcón escuchábamos al papá. Qué pena”
Bolocco: “¿Te da un poco de pena todavía?”
Guerra: “No. Para mí la relación con mi papá fue súper difícil de poder entenderla, de poder perdonarla, porque mi papá después se fue fuera de Chile e hizo una carrera primero en Lima, después en Ecuador y después en Cuba. Entonces yo lo vi tres veces”
Bolocco: “¡¿Tres veces?!”
Guerra: “Sí. Entonces es súper loco pensar en un papá que dejó a sus hijos y además es Pin Pon, que educó a cinco generaciones chilenas, menos a sus hijos, porque no estaba en Chile. Es alegórico.
“A mí me para la gente en la calle y me dice ‘la canción de Pin Pon, mi hijo no se puede bañar o no hace las tarea si no escucha ‘método, método…’’
«Entonces pasé un largo proceso de estar muy enrabiada con mi papá, con la imagen paterna bastante diluida. Pero después entendí. Lo entendí cuando se murió mi papá, que no vino a ser papá nuestro, vino a dejar un tremendo legado para este país, incluso algunos de Latinoamérica.
“Vino con una misión que era mucho más importante que ser mi papá. A mí me tocó la mala parte de ser la hija de él. Pero me acuerdo que para el funeral llegó tanta gente, buses de gente a despedir a Pin Pon, y ahí yo dije ‘que importante’. O sea, ni siquiera mi mamá con talentosa y todo ha marcado realmente generaciones.
«Todo ese amor a mí como se me vino de vuelta y ahí cerré el círculo con mi papá. Tuve que salir de mí y de mi necesidad de ser hija para entender que su misión era otra”.