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Francisca Merino y Andrea Marocchino en una foto de archivo cedida.

«No pasó nada en mucho tiempo, porque me gusto de verdad y lo mandé a hacerse todos los exámenes…», recuerda Francisca Merino sobre los inicios con su novio Andrea Marocchino

Autor: Equipo Glamorama / 23 diciembre, 2022

«No pasó nada en mucho tiempo», afirma Pancha Merino sobre los inicios de su relación con su novio Andrea Marocchino.

Andrea es hijo de Luciano Marocchino, el italiano que desde hace décadas hace negocios en el país y se hizo conocido en 2007, al ser paparazzeado con Cecilia Bolocco en Miami.

La relación de Mreino y Andrea Marocchino comenzó durante el verano de 2019, en diferentes encuentros incluida la Gala del Festival de Viña de ese año.

Ahora Merino entregó nuevos detalles de la historia en Tal Cual, espacio de TV+ conducido por Raquel Argandoña y José Miguel Viñuela:

Pancha Merino: “Pasó el tiempo, no lo vi más. Hasta que me dijo ‘¿vas a ir a Viña?’. ‘Sí, voy a ir a Viña?’. ‘¿Dónde te vas a quedar?’. ‘En la casa de un amigo en Valparaíso’. ‘No. Vente acá, yo estoy en Reñaca en un departamento exquisito, te puedo pasar una pieza con tu baño, quédate con nosotros’”

Raquel Argandoña: “¿Quiénes eran ‘nosotros’?”

Merino: “Él y unos amigos de él. Entonces yo andaba con Javier Fernández, mi amigo peluquero, me dijo ‘Marrochino es estupendo, pero quédate conmigo en Valparaíso’. Yo le digo ‘no. En una de esas me voy al departamento de Marocchino’”

Argandoña: “Ah, eres medio lanzada también”

José Miguel Viñuela: “’Me saliste bastante tímida…’”

Argandoña: “Menos mal que le costaba salir”

Merino: “Espérate. Javier Fernández me dijo ‘Pancha, compórtate como una señorita, no seas fácil. Tú eres la Pancha Merino, date importancia… ¡Qué te vas a ir a regalar al departamento de Marocchino. Eres una señorita!’”

Viñuela: “Toda la razón”

Merino: “Después estoy en la Gala, pasé la Gala, me estaba entrevistando el Sergio Lagos y entra Andrea. Yo me enamoré. Yo estaba adentro del casino y me estaba entrevistando, típico que te entrevistan arriba, y entró Andrea al lugar, como que lo miré, me miró y yo me enamoré. Altiro”

Argandoña: “¿Qué te gustó de él?”

Merino: “No sé, cuando miras a alguien… Aparte que se veía estupendo con su humita. Pero independiente de lo regio que andaba, hice conexión visual. Una conexión visual que no lo miré ni en la Fórmula E (que se realizó en Santiago en 2019 y donde Merino conoció a Marocchino), en nada. Me encantó. Entonces me bajé de la tarima y le digo a Javier ‘lo siento, yo me voy a ir a Reñaca con él’”

Argandoña: “¿Y esa noche partiste para allá?”

Merino: “Javier me empezó a decir que era una regalada, una fácil, y yo chao, no lo pesqué. Y Javier se fue conmigo al departamento de Reñaca de Andrea”

Argandoña: “¿Y cuántos hombres había?”

Merino: “Estaban dos amigos de él, estaba una cabra chica loca, la típica cabra de 20 loca, estaba más pasada que no sé qué, y yo y Javier. Yo le dije ‘¿y dónde está mi pieza con baño?’. No había ni una pieza con baño, había una pieza con una cama enana. Pero tú sabes que el amor…”

Argandoña: “¿Dormiste con él altiro?”

Merino: “Que es copuchenta”

Viñuela: “¿Dormiste la primera noche con él?”

Argandoña: “Sí poh, lógico, si le gusté”

Merino: “Pero dormí nomás”

Argandoña: “¡Saaale!”

Viñuela: “¿No pasó nada?”

Merino: “No pasó nada”

Argandoña: “Le cuidó el sueño”

Merino: “Por Dios que no pasó nada”

Viñuela: “Si hubiera pasado altiro, no seguirías pololeando hoy día”

Merino: “No pasó nada en mucho tiempo, porque me gusto de verdad. Y además que lo mandé a hacerse todos los exámenes. A mí me tienen que mostrar”

Argandoña: “Sí, ‘exámenes…’”

Viñuela: “Que buen punto”

Merino: “Te juro por Dios”

Viñuela: “’Me traes lo del VIH, todo listo, al día…’”

Merino: “Sí”

Argandoña: “Así tiene que ser“

Merino: “Antes de eso nada. Estuve todo el fin de semana en el departamento, al otro día fuimos a almorzar, lo pasamos increíble. Tomadita de mano, todo, menos el grado tres. Todo el fin de semana.

“De ahí yo me fui donde Javier a Cerro Alegre, fuimos a ver a Felipe Avello que estuvo ese año, me devolví a Santiago y no lo vi más. Después me fue a ver a mi casa y hasta que no me mostró el papelito no pasó nada”.